ANÁLISIS DE LOS HÁBITOS DE LOS
ADOLESCENTES AL DESECHAR SU BASURA
Por: Carolina
del Carmen Hernandez Valencia
1ero. A Licenciatura en Psicología
Universidad Autónoma de Campeche.
REF: ACT012_PSICO1A
1ero. A Licenciatura en Psicología
Universidad Autónoma de Campeche.
REF: ACT012_PSICO1A
INTRODUCCION
En la presente investigación se abordaran algunos de los temas mas
importantes con respecto a los hábitos de los adolescentes, problemas,
estrategias y posibles soluciones sobre los desechos; todo esto, de una manera
un tanto general, que sin embargo, bien podria tomarse como un modelo para la
concientizacion de los adolescentes y la población en general, de cualquier
parte del mundo y por supuesto, nuestro Estado de Campeche.
La meta principal de este proyecto de investigación es que el
lector adquiera la conciencia para observar los distintos hábitos que tienen
los adolescentes al momento de desechar la basura, para que así pueda
identificar los distintos tipos de situaciones que generan contaminación, que
son resultado de los malos hábitos. Así mismo, proporcionamos ideas sobre cómo
evitar contaminar el ambiente o evitar estos malos hábitos de la población.
También daremos ejemplos de las consecuencias de estos hábitos en
otras partes de la República Mexicana y el mundo, así como tambien los
problemas que surgen. Observaremos también las pequeñas diferencias entre cada
región.
Clasificaremos los principales hábitos perjudiciales para la salud
y propondremos formas ecológicas para evitar los riesgos dañinos de estas
acciones que afectan de gran manera a nuestro planeta y a todos los seres vivos
que habitan en él.
Esperamos que las personas
tomen conciencia de estas sugerencias ecológicas que se exponen aquí y asi
poder ayudar a mejorar la calidad de nuestro planeta y ponerlas en práctica, el cual es el objetivo
primordial.
También examinaremos, tomando como base información veraz, qué es
la contaminación y también veremos una pequeña introducción de la historia de
este gran problema para así poder conocer y saber sobre su iniciación, avance,
progreso, causas, consecuencias, resultados, estadísticas y fórmulas.
La basura tiene muchas consecuencias negativas cuando se desecha
de manera equivocada y cuando se usan
productos de manera excesiva y no se
logran reciclar las cosas que ya no quieren utilizar; enfocaremos esta cuestión
en base a los adolescentes y su comportamiento respecto al ambiente, ya sea su
forma de pensar, la relación con el planeta y el conocimiento que tienen estos
sobre contaminación.
A los adolescentes les demostraremos diversos maneras de reciclar y así ayudar a aminorar
este problema, e implantar una idea de respeto por el medio ambiente, así como
motivar a las personas a usar pequeños métodos y sus beneficios en el
mundo y que vean que estos pequeños
cambios en nuestro comportamiento son la base para una vida sana tanto para uno
mismo como para cualquier ser vivo de este planeta.
Definiremos la clasificación de estos malos hábitos para mantener
un mejor control al momento de poder clasificar la manera más práctica y
eficiente de cómo evitarlos.
La
importancia de esta investigación es encontrar las formas adecuadas para
detener el incremento de contaminación debido a los adolescentes y que las
generaciones actuales y futuras sean una generación concientizada sobre los
malos hábitos al desechar la basura; ya que si dejamos que siga avanzando, las
personas en el futuro tendrán una baja calidad de vida y en consecuencia la
disminución en el promedio de vida de las personas.
DESARROLLO
·
Antecedentes del problema:
Desde el comienzo de la urbanización en el
país, la contaminación ha sido un tema de gran importancia. y Tenemos en México
un índice de contaminación muy elevado comparado con otros países. De acuerdo con los datos del Inventario Nacional de
Emisiones, en 1999 los mexicanos emitíamos 40.5
millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera, de los cuales, 58% fueron emitidos por fuentes naturales
(suelo, vegetación y actividad volcánica), y 42% por actividades humanas.
En México el conjunto de sustancias químicas y dañinas
para el medio ambiente y el ecosistema e general, ha ido incrementando en estos últimos años de
manera muy acelerada.
Desafortunadamente, la
contaminación proviene del hombre, pues la naturaleza no
desprende por sí sola ninguna sustancia nociva para el planeta. Ahora bien, los
contaminantes no son todos iguales, existen diferentes tipos y en algunos
países hay algunos que predominan.
Normalmente se
clasifican en cuatro: biodegradables, no biodegradables, biodegradables o de
degradación lenta. El aire que se considera limpio es aquel que se compone por
nitrógeno y oxigeno, el desequilibrio
ocurre cuando se generan sustancias nocivas para el ambiente.
Entre las cosas que más afecta la
contaminación están la flora, la
fauna, el ambiente y la salud de los seres humanos. El esmog que producen los
autos por ejemplo, afecta en gran medida a los pulmones de las personas
diariamente. También provoca la irritación de los ojos y en las vías
respiratorias. Los desechos y toda la basura encontrada en las calles de la
ciudad contribuyen a la contaminación y lo que es peor, la mayoría de ellos
tardan varios años en descomponerse.
La contaminación en el agua también es
un problema grave pues los desechos normalmente van a los ríos y lagos que son
los lugares que disponemos como fuentes naturales. El agua, es indispensable
para vivir y por lo tanto debe existir agua potable al alcance de cualquiera,
sin embargo, día a día las posibilidades de conseguir agua purificada se
vuelven más escasas.
- Planteamiento del problema:
México es el
segundo país con mayor número de muertes por contaminación atmosférica de toda América Latina. Así lo
reporta un estudio realizado por el Clean Air Institute, en el que se destaca que, de acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), México registra 15 mil
decesos por año atribuibles a la contaminación del aire ambiental, siendo únicamente superada por Brasil, que
acumula 23 mil muertes. Argentina ocupa el tercer lugar con algo más de 10 mil
decesos relacionados con la contaminación.
En este
sentido, el informe La calidad del aire en
América Latina: una visión panorámica remarca que la ciudad de Monterrey tiene los niveles más altos en toda América Latina de contaminación, mientras que el Distrito
Federal y Guadalajara superan los niveles de polución de ciudades como Medellín,
Bogotá, Montevideo, Sao Paulo, o San Salvador.
Para
medir la contaminación en la Ciudad de México se utilizan instrumentos que
analizan el aire como pequeñas concentraciones de contaminantes y estos son
monitoreados todo el tiempo para que de esa forma puedan ser transmitidos al
Centro de Información de la Calidad del Aire. Para completar el análisis, se
obtienen pequeñas partículas de lluvia que son transportadas al Laboratorio de
Análisis Ambiental en donde se estudian para averiguar si contienen compuestos
tóxicos y si existen niveles altos de lluvia ácida.
·
Formulación de la hipótesis:
Los
alumnos adolescentes entre los 12 a 17 años revelaron un mayor nivel de malos
hábitos y falta de concientización a diferencia de personas mayores y niños
pequeños. La mayoría de los alumnos desconoce la cantidad de desperdicios que
producimos, de media, cada uno de nosotros al día
Los
alumnos adolescentes presentan actitud de desinterés a temas de cuidado
ambiental y representaran un mayor índice de productores de contaminantes. En
muy raras ocasiones, los alumnos reconocen el modo en que su posible
participación podría contribuir a la disminución de los desechos.
Un
elevado porcentaje de estudiantes no considera importante el ahorro de materias
primas a la hora de tratar el problema de los residuos; la mayoría de los
estudiantes desconoce los componentes de los objetos de uso más cotidiano y
común, e ignoran, asimismo, las materias primas empleadas en su fabricación.
Los
alumnos que toman conciencia son muy pocos en relación con los que no lo hacen,
y van a tener una pequeña probabilidad de ser influidos por los que si tiran
basura en las calles.
·
Justificación o importancia del estudio:
Se
habla mucho acerca de la contaminación pero a pesar que no hay muchos resultados deseamos poder
inculcar a las nuevas generaciones como llevar una vida más saludable y con
esto poder bajar la tasa de contaminación que se encuentra en nuestro país.
La
importancia de esta investigación es encontrar las formas adecuadas para evitar
este problema social y de salud; ya que si dejamos que siga avanzando las personas tendrán una calidad de vida baja y se deteriorara
la sociedad futura.
Se calcula que más del 50% de nuestros residuos va a
parar en barrancas y predios baldíos. Esto genera un problema de
contaminación que rebasa fronteras, afectando el aire, el agua y el suelo y por
supuesto, la salud de la población.
La ley ambiental en México señala que la disposición final de los Residuos Sólidos Municipales que no pueden ser aprovechados, debe ser en sitios e instalaciones cuyas características permitan prevenir su liberación al ambiente y las posibles afectaciones a la salud de la población y de los ecosistemas.
La ley ambiental en México señala que la disposición final de los Residuos Sólidos Municipales que no pueden ser aprovechados, debe ser en sitios e instalaciones cuyas características permitan prevenir su liberación al ambiente y las posibles afectaciones a la salud de la población y de los ecosistemas.
Según
algunos expertos, muchos de los efectos de la contaminación se relacionan, de
forma directa, con el nivel social y económico en que se encuentren las
comunidades afectadas.
La pobreza, la falta de acceso a agua potable y de vivienda junto a la combustión de leña y carbón influye de manera significativa sobre la salud de las comunidades más vulnerables que habitan el planeta.
La parte de
la población más afectada por la contaminación ambiental son: los ancianos, los
niños, las embarazadas y los enfermos con problemas respiratorios.
Investigación:
Estudios
recientes muestran que la mayoría de los alumnos desconoce la cantidad de
desperdicios que producimos, de media, cada uno de nosotros al día. Si bien
este dato puede parecer irrelevante a más de uno, ya que es fácil de aprender,
puede llenarse de significado si tampoco se conoce cuáles son los materiales
más abundantes que podemos encontrar en nuestra basura. Y aquí los resultados
de la exploración pueden ser más llamativos. Aunque algunos estudiantes
consideran que se produce gran cantidad de basura, fenómeno patente los días en
que no se recoge de los contenedores, cuando se refieren a este hecho mencionan
solamente el volumen de residuos señalando el "estorbo" que supone.
Al indicar esta situación, no suelen hacer ninguna referencia a la cantidad y
calidad de los materiales que inútilmente se pierden.
En otra parte del cuestionario se les invita a
evaluar el problema de los residuos. La realidad es que sus contestaciones son
para sentirnos orgullosos, puesto que más del 70% de los estudiantes considera
que la basura es un problema ambiental y que se deben adoptar algunas medidas.
Pero aún así cabe nuestra preocupación ya que en muy raras ocasiones los
alumnos reconocen el modo en que su posible participación podría contribuir a
la disminución de los desechos. Gran parte de esta muestra expresa, sin ambages,
que su ahorro no sería importante para disminuir la cantidad de materiales que
van a parar al cubo de la basura. Sin embargo, no encuentran dificultades para
dar un valor fundamental a las normas y disposiciones que pueden partir de los
organismos públicos para regular sobre los envoltorios, embalajes, etc. En este
mismo sentido, su posición es muy favorable hacia la petición de que Gobiernos
y autoridades exijan que los productos se vendan en envases reciclables.
Hay otro aspecto que nos interesa resaltar
especialmente por las implicaciones educativas que debería tener. Nos referimos
al hecho de que las alumnas y los alumnos de este nivel creen que los países
industrializados contribuimos menos a la contaminación ambiental que los países
en vías de desarrollo, porque la mayoría de nuestros productos están bien
envasados.
La importancia de tener en cuenta los recursos
y materias primas empleadas en la producción de objetos y materiales de uso.
Llama la atención que, entre escolares de Educación Secundaria, un elevado
porcentaje de estudiantes no considere importante el ahorro de materias primas
a la hora de tratar el problema de los residuos. Pero esto no es fruto de la
casualidad puesto que el mismo resultado aparece ante distintas preguntas de
los dos cuestionarios. ¿Qué explicación puede tener? Entre las muchas que se
nos ocurren, apostaríamos porque la razón fundamental de este tipo de respuesta
se debe a que la mayoría de los estudiantes desconoce los componentes de los
objetos de uso más cotidiano y común, e ignoran, asimismo, las materias primas
empleadas en su fabricación. Es más, cuando a estos alumnos se les pone ante la
disyuntiva de elegir entre dos productos, cuya diferencia sea el tipo de
envase, y se piden explicaciones para justificar la elección, entonces las
respuestas no inciden, o lo hacen en un mínimo porcentaje, en la consideración
de las materias primas empleadas en su elaboración. En consecuencia, los
alumnos no suelen mostrar disposición favorable al cambio de producto si para el
embalaje empleado en su presentación se ha utilizado mucha energía o una
cantidad considerable de recursos no renovables.
·
Descripción:
Este
estudio muestra las actitudes de un grupo de adolescentes en Mancomunidad de la
Comarca de Pamplona, al momento de
desechar su basura y lo que estarían dispuestos s a hacer para evitar la
contaminación, de estos datos se propondrán maneras factibles para que ellos
colaboren a evitar la contaminación.
Los
residuos son hoy en día nuestro problema de contaminación por los productos que
han engordado nuestras bolsas de basura. Aproximadamente por ciudadano se
genera 1,25 kilogramos de basura. Diariamente se tira al bote de basura
materias primas que bien se podrían utilizar para reciclar.
Debemos mantener nuestro bienestar utilizando menos
productos que significa menos materias primas. Se entrevistaron a 740 alumnas y
alumnos respondiendo preguntas abiertas y cerradas. Los encuestados debían
proporcionar rasgos sobre las intenciones de conductas ante las situaciones que
se les formulaban en las cuestiones.
Algunas
de las cuestiones que se tomaron en cuenta es: La cantidad de basura y los
residuos como un problema ambiental en nuestra sociedad, el empleo de materias
primas en la obtención de productos y los costes económicos y ecológicos que
supone la elaboración, el consumo cotidiano y su relación con la producción de
residuos, la degradación natural de los desechos y su relación con la gestión
de los residuos, la existencia de acciones para reducir la producción de residuos:
las tres Rs (reducción, reutilización y reciclaje).
Mas
del 70% de los adolescentes piensas que la basura es un problema ambiental y se
deben tomar medidas y la mayoría piensa que se podían implementar los
movimientos para disminuir los desechos.
Un
elevado porcentaje de estudiantes no considere importante el ahorro de materias
primas a la hora de tratar el problema de los residuos. Apostaríamos porque la
razón fundamental de este tipo de respuesta se debe a que la mayoría de los
estudiantes desconoce los componentes de los objetos de uso más cotidiano y
común, e ignoran, asimismo, las materias primas empleadas en su fabricación.
Les falta información sobre dos aspectos fundamentales para entender la
complejidad del asunto: por un lado, no alcanzan a ver el vínculo entre consumo
de productos y utilización de recursos; pero además desconocen los costes que
suponen, o las dificultades que plantean, los reciclajes de algunos productos.
Los
estudiantes consultados evidencian que es más importante el ahorro de tiempo, o
de espacio en su caso, que el consumo razonable de productos porque suponen un
menor gasto de materias prima, y a los adolescentes mayormente usan productos
de “usar y tirar”.
Estos
mismos estudiantes no pueden especificar qué pasará con los residuos que no se
pueden degradar de forma natural, se muestran muy sensibles ante los efectos
visuales que tiene sobre el paisaje, o sobre la calle, el problema de los
residuos estriba más en el espacio que nos quitan y en el perjuicio estético
que causan antes que en otro tipo de inconvenientes.
Un
grupo considerable de alumnas y alumnos testimonia su disposición a reutilizar
alguno de los productos de consumo habitual, muchos de estos estudiantes no ven
con buenos ojos la utilización de objetos de "segunda mano".
Un
número elevado de estudiantes está enterado de los sistemas de reciclaje que
pone a su disposición el Ayuntamiento en el que viven, una parte considerable
de la muestra conoce las características de los contenedores y para qué deben
ser empleados. . Han adquirido ya hábitos responsables de separación de
residuos y muestran su disposición a utilizar los contenedores específicos de
residuos y a colaborar en la recogida selectiva.
En
esta sociedad tan movida por el dinero, es que esos aspectos económicos, los
gastos relacionados con la recuperación de componentes de las basuras,
constituyen un apartado al que los estudiantes dan muy poca importancia.
Queremos
plantear actuaciones educativas que vayan configurando alternativas para tratar
de disminuir la producción de basura.
Actuaciones
educativas:
1.
Promover el conocimiento de las materias primas que componen los productos y su
posibilidad de reciclaje.
2.
Remarcar especialmente los efectos que la degradación de la basura ocasiona en
el medio.
3.
Dar oportunidades a los alumnos de conocer directamente cuáles son los
mecanismos que ellos mismos pueden arbitrar para el ahorro y reciclaje de
determinados productos.
Tenemos
que aprender a reducir el consumo, a reutilizar objetos o materiales cotidianos
y a separar los residuos para su reciclaje, la educación como actividad humana
y los centros de enseñanza, abiertos a la problemática que vive su entorno, no
quedan al margen de estas cuestiones, y menos teniendo en cuenta que su
propósito es propiciar unos comportamientos que fomenten el bienestar colectivo
y la protección del medio ambiente para las generaciones futuras.
Se
debería poner cada vez mayor énfasis en la reducción de los residuos, esas tres
erres de las que tanto se habla (reducir, reutilizar y reciclar), se habrán
convertido en la clave de las estrategias ambientales.
¿Cómo
se clasifica la basura en México?
La
basura en México se encuentra divida en tres tipos de residuos. De acuerdo con
la ley ambiental, un residuo es el material o producto de desecho que puede
estar en estado sólido, semisólido, líquido o gaseoso (Ley General para la
Prevención y Gestión Integral de los Residuos).
Los
residuos en México pueden ser de tres tipos:
·
Residuos Sólidos Urbanos
·
Residuos de Manejo Especial
·
Residuos Peligrosos
(Véase
figura 1, Anexos)
RESIDUOS SOLIDOS URBANOS
(Vease figura 2, Anexos)
RESIDUOS SOLIDOS URBANOS
(Vease figura 2, Anexos)
Provienen de la eliminación de los materiales
que se utilizan en casa y de cualquier otra actividad que se desarrolla dentro
de establecimientos o en las calles, con características domiciliarias.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cada año los mexicanos producimos alrededor de 36 millones de toneladasde basura, lo que equivale a cerca de 350 veces el peso del concreto empleado en la construcción del Estadio Azteca.
En los últimos diez años, la generación de Residuos Sólidos Urbanos se incrementó en 26%.
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), cada año los mexicanos producimos alrededor de 36 millones de toneladasde basura, lo que equivale a cerca de 350 veces el peso del concreto empleado en la construcción del Estadio Azteca.
En los últimos diez años, la generación de Residuos Sólidos Urbanos se incrementó en 26%.
(Vease
fugura3, Anexos)
Al
día los mexicanos generamos 101
mil toneladas de
Residuos Sólidos Urbanos; pero cada uno de nosotros produce entre 700 gramos y 1.4 kilogramos.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en 2007, el Distrito Federal y la Frontera Norte registraron las mayores generaciones de Residuos Sólidos Urbanos por habitante, con cerca de 1.4 y 1.1 kilogramos al día, mientras que los habitantes de la región Sur del país generaron menos de1 kilogramo.
(véase figura 4, anexos)
En México la composición de la basura es muy variada, lo que más generamos es:
Basura orgánica
Pañales, plásticos y vidrios
Papel y sus derivados.
De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), en 2007, el Distrito Federal y la Frontera Norte registraron las mayores generaciones de Residuos Sólidos Urbanos por habitante, con cerca de 1.4 y 1.1 kilogramos al día, mientras que los habitantes de la región Sur del país generaron menos de1 kilogramo.
(véase figura 4, anexos)
En México la composición de la basura es muy variada, lo que más generamos es:
Basura orgánica
Pañales, plásticos y vidrios
Papel y sus derivados.
¿Cómo se regulan los residuos en México?
La Ley General de Prevención y Gestión integral de Residuos
En México, establece que los Residuos Sólidos Urbanos Municipales, como su nombre lo indica son responsabilidad de los Municipios, mientras que los Residuos de Manejo Especial y los Residuos Peligrosos deben ser normados por la Federación a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
En México, establece que los Residuos Sólidos Urbanos Municipales, como su nombre lo indica son responsabilidad de los Municipios, mientras que los Residuos de Manejo Especial y los Residuos Peligrosos deben ser normados por la Federación a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Entre los principales instrumentos que prevén la gestión integral de los residuos destacan:
Programas Rectores de Gestión de Residuos, que proponen medidas para reducir la generación de los residuos, su separación en la fuente de origen, su recolección y transporte, así como su adecuado aprovechamiento, tratamiento y disposición final.
Inventarios de residuos, que sirven como
apoyo a la toma de decisiones para reducir la generación, así como para
proporcionar a quien genere, recolecte, trate o disponga los residuos sólidos,
indicadores acerca de su estado físico y propiedades.
Separación de los residuos, que deben
separarse en orgánicos e inorgánicos, en domicilios, empresas, establecimientos
mercantiles, industriales y de servicios, instituciones públicas y privadas,
centros educativos, dependencias gubernamentales y similares y depositarse en
contenedores para su recolección o reciclaje.
Planes de manejo, que tienen la
finalidad de reducir la generación de los Residuos Sólidos Urbanos y Residuos
Peligrosos, así como facilitar su acopio y fomentar su reutilización.
A partir de esta administración se está
impulsando una nueva gestión de residuos, que está basada en 3 “R”: (véase
fugura5, anexos).
La R
de reducción, que significa evitar el consumo de
productos que no sean absolutamente necesarios, tanto en los procesos
productivos, como en la vida cotidiana, por ejemplo, el papel que se usa
en la administración debe ser reciclado.
La R de reutilización, que trata de diseñar productos con vidas útiles prolongadas para que sean utilizadas durante más tiempo.
La R de reciclado, que significa incrementar el uso cíclico de nuestros residuos para crear nuevos productos, como el caso de las bolsas producidas con el PET, (plástico de las botellas de refresco o agua).
Propuesta
de solución
La
situación necesita de acciones de mejora que, salvando las contrariedades de
partida, proyecten unos nuevos hábitos sociales.
Los
cambios de actitud requieren tiempo y dedicación. Desde nuestra posición de
estudiantes que queremos plantear actuaciones educativas que vayan configurando
alternativas para tratar de disminuir la producción de basura.
En líneas generales, si hemos de hacer
hincapié en los aspectos más sobresalientes de estos resultados, nos
inclinaríamos por unos cuantos rasgos fundamentales sobre los que podríamos
organizar las actuaciones educativas:
• A
la hora de trasladar a clase el estudio de los residuos, es conveniente
promover el conocimiento de las materias primas que componen los productos y su
posibilidad de reciclaje. Este aspecto no lo afirmamos sólo nosotros pues
también aparece recogido en otros estudios, como el realizado por Kortland
(Kortland, 1997) en el Reino Unido. Este apartado tiene tal trascendencia que
nos parece un prerrequisito esencial para ayudar a la toma de decisiones y para
favorecer la reducción del consumo.
• En
nuestra opinión, un programa de educación ambiental sobre los residuos quedaría
incompleto si no se remarcaran especialmente los efectos que la degradación de
la basura ocasiona en el medio. En Ed. Secundaria Obligatoria ya se puede
estudiar qué tipo de componentes de los residuos pueden ser degradados por los
descomponedores y cuáles no, y, consecuentemente, se pueden extraer
conclusiones sobre los efectos negativos que ejercen en la salud de las
personas (contaminación del aire, contaminación de las aguas de infiltración),
en la proliferación de ciertos seres vivos, etc. Lógicamente, cabe remarcar la
existencia de residuos no degradables. En tal caso, será interesante que las
alumnas y los alumnos conozcan que algunos componentes se pueden mantener por
mucho tiempo inalterados con efectos perjudiciales no sólo en el paisaje.
•
Como ha quedado reflejado más arriba, los resultados indican que a los alumnos
de la muestra les parece que participar en el reciclaje es colaborar en la
protección del medio ambiente. No obstante, no olvidemos su matización en el
sentido de que la responsabilidad más importante debe recaer en los técnicos de
las instituciones gubernativas que son los que mejor conocen el problema. Sea
como fuere, nosotros consideramos que podría ser muy interesante dar
oportunidades a los alumnos de conocer directamente cuáles son los mecanismos
que ellos mismos pueden arbitrar para el ahorro y reciclaje de determinados
productos, lo cual no exime de favorecer las actuaciones que evidencien lo que
los poderes públicos impulsan con parecidas intenciones. No hemos de pasar por
alto que las actitudes tienen un componente de conocimientos importante, pero
también lo tienen de implicación en la acción. Por eso, cuantas más
oportunidades demos para la participación, más fácil será la disposición a
actuar en esa misma dirección en el futuro. La ecoauditoría del papel en el
Centro Educativo que ha promovido el Programa Life99 Env/E/371 bajo el título
Zaragoza ahorra papel... y árboles (AA.VV., 2000), es un encomiable ejemplo de
este tipo de propuesta, pero no es la única. Las Unidades Didácticas por
nosotros elaboradas (en prensa), de acuerdo con los indicadores de la
exploración, inciden en la explicación del problema, pero también, y de manera
particular, en otros dos aspectos: en las pautas específicas de actuación y en
la importancia de la colaboración entre distintos estamentos, incluidos los
propios alumnos, para la disminución de los residuos. Seguro que en otros
muchos lugares se podrán encontrar propuestas sugerentes.
Llevarlas
a cabo no asegura un cambio radical pero nos permitirá aproximarnos a la
configuración de una sociedad más razonable, que no es poco.
CONCLUSIÓN
No
nos queda otra alternativa más que alentar a nuestros adolescentes a tratar
este problema y a que tomen conciencia de los efectos nocivos para la salud que
implica seguir contaminando.
Tenemos
que aprender a reducir el consumo de las materias primas que bien se pueden
usar de nuevo, a reutilizar objetos o materiales cotidianos y a separar los
residuos para su reciclaje y así ayudar a que las materias primas no se
contaminen.
En este empeño pueden participar los programas
de educación ambiental que contribuyan a mejorar los conocimientos sobre los
problemas ambientales y ayuden a modificar nuestros hábitos y propongan nuevas
medidas preventivas de contaminación, así como proporcionar botes de basura y
elementos en todo el Estado.
En
esta sociedad, que es depositaria de una cultura pero a la vez tiene en
préstamo todo lo que posee, se debería poner cada vez mayor énfasis en la reducción
de los residuos.
Dentro de esta perspectiva ecológica cobraría
mayor potencia aquella afirmación), que aludía a que éste es uno de los pilares
básicos para crear una sociedad más consistente.
Si así sucede, no será difícil asumir que esas
tres erres de las que tanto se habla (reducir, reutilizar y reciclar), se
habrán convertido en la clave de las estrategias ambientales.
Los
adolescentes por ser el futuro de mañana son los que se les debe poner la
atención, ya que ellos representaran el día de mañana a todos nosotros y que
mejor que vivir en un mundo libre de
contaminación.
BIBLIOGRAFÍAS
·
MCHARRY, J. (1995). Reducir Reutilizar Reciclar. Una
mina de ideas creativas para ahorrar y proteger
El
Medio Ambiente. Madrid. A.M. Editor.
·
AA.VV. (2000). Zaragoza ahorra papel...y árboles.
Propuesta de actividades en los centros escolares.
Zaragoza.
Fundación Ecología y Desarrollo.
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