domingo, 17 de noviembre de 2013

 “Bullying en las escuelas”
Por: Linsay Vianey Berzunza Rivera
1 ero. "D"
 Facultad de Humanidades 
 C. Licenciatura en Psicología                       
 REF. ACT012 _PSICO (D)
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CAMPECHE  



Introducción
En la actualidad, en nuestra sociedad y más concretamente en las escuelas se ha estado presentado un problema denominado “bullying”. La palabra bullying es de origen holandés y es usado para describir el acoso escolar.
El bullying se basa en el maltrato psicológico, físico y/o verbal practicado por estudiantes de forma repetida a lo largo de un tiempo determinado caracterizado de una diferencia de poderes.
Los protagonistas del bullying suelen ser niños y niñas preadolescentes y adolescentes. Los atacantes imponen temor e intimidan a la víctima mostrando superioridad no siempre real.
Los agresores pueden presentarse de diversas maneras las cuales pueden ser físicas, por medio de empujones, golpes o robos; verbales, atreves de insultos y/o amenazas; relacional, presentado con la exclusión social, la discriminación, generación de rumores; y de forma digital, que aprovecha la tecnología para hacer agresiones y hostigamiento vía web o atreves de los celulares.
La victima puede desarrollar problemas psicológicos en un futuro, trastornos emocionales, alimenticios y en casos extremos hasta el suicidio. La mayoría de las veces no es solamente un atacante, sino que se reúnen grupos de niños apoyando ese tipo de violencia.
El bullying en las escuelas primarias se está convirtiendo en una de las preocupaciones centrales de los maestros y padres de familia, los cuales han emprendido acciones para fomentar y fortalecer los valores universales, así como las actitudes asertivas entre los miembros de la comunidad educativa, buscando con ello frenar este problema que nos aqueja a nivel mundial.

                                                   ¿Qué es el bullying?
Bullying es una palabra que viene del vocablo holandés que significa “acoso”. El primero en definir este fenómeno fue dan Olweus, profesor de psicología y considerado padre del concepto “BULLYING” donde define el hostigamiento o acoso escolar como: “la situación de acoso e intimidación, en donde un estudiante es agredido o se convierte en victima cuando está expuesto, de forma repetida durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro estudiante o varios de ellos”.
El bullying consiste en el maltrato o intimidación entre escolares, casi siempre lejos de la mirada de los adultos, con el fin de humillar a una persona indefensa mediante la agresión física, verbal y/o psicológica.
El bullying es un tipo de violencia difícil de identificar ya que suele permanecer oculta casi siempre para los adultos. El agredido suele ser una persona con rasgos personales característicos o peculiares (alumnos nuevos, distinta cultura, aspecto físico diferente,…) quien lo sufre suele estar en una situación de inferioridad y como consecuencia suele aparecer la inseguridad. El agresor hace un desequilibrio y abuso de poder, lo que impide que la persona agredida pueda salir de la situación.
Los estudios que han realizado acerca del bullying en las escuelas señalan que tener amigos y ser aceptado son factores protectores frente a dicho fenómeno.El bullying se ha convertido en objeto de estudio e intervención prioritaria durante la última década
Se le llama Bullying cuando un alumno es molestado constantemente en formas desagradables e hirientes.
Pero no se le llama Bullying cuando se molesta en una forma amigable y juguetona. Tampoco es Bullying cuando dos estudiantes de más o menos la misma fuerza o poder discuten o pelean. Muchos investigadores han definido claramente que para llamar Bullying al fenómeno de agresión, debe existir diferencia de poderes en donde obviamente la víctima es menos poderosa que su agresor.
La distinción es importante porque ser atacado por una persona o un grupo de personas más poderosas deja un sentimiento de desamparo más marcado que la agresión entre dos personas en igualdad de poder, el Bullying es un abuso que aplica un grupo de personas contra una víctima o víctimas específicas y que tiene como objetivo humillar y controlar al alumno o grupo abusado. El acoso escolar inicia desde el kínder, se intensifica en la primaria y decae en la secundaria.
Causas del bullying:
Las causas de este fenómeno de bullying o acoso escolar son múltiples y complejas. Existen en nuestra sociedad, ciertos factores de riesgo de violencia, como la exclusión social o la exposición a la violencia a través de los medios de comunicación.
Las categorías en que se conforman son: agresión física, agresión verbal y exclusión social.
§  La agresión o maltrato físico se refiere al acto mismo de atentar contra la integridad física de la víctima, puede dividirse en directa cuando se refiere a golpes y patadas o indirecta cuando la agresión va dirigida a sus pertenencias, como robar, esconder o romper sus objetos.


§  La agresión o maltrato verbal es el tipo de agresión expresada a través de la palabra, también puede dividirse en directa e indirecta; generalmente se expresa por insultos, apodos, gritos, burlas crueles acerca de la víctima, aspecto físico, origen étnico o anomalías visibles.
 En un niño la agresión verbal es más significativa que en un adulto, porque él no tiene aún la noción clara de su personalidad y debido a que está en búsqueda de ella, la agresión verbal puede causar confusión entre cómo “debería ser” y cómo “es”, el abuso verbal es común en la sociedad actual.
Hay 15 tipos de agresión verbal y sus consecuencias pueden no ser notorias a simple vista, pero una víctima expuesta a este tipo de abuso puede llegar a desarrollar un trastorno depresivo.
Las categorías de abuso verbal son contener, contradecir, despreciar, ataques disfrazados de chiste, bloquear y desviar, acusar y culpar, juzgar y criticar, destruir, amenazar, insultar, olvidar, ordenar, negar y manifestar ira abusiva. La exclusión social hace referencia al acto a través del cual la víctima es separada del grupo en determinados aspectos o en todos; su división entre directa e indirecta toma características de excluir, no permitir participar, ignorar y menospreciar, respectivamente.

§  La exclusión social es una conducta inherente al ser humano, pues cuando una persona no encaja entre las pautas del grupo es excluida. En el transcurso de la historia se ha encontrado la exclusión en diferentes tipos de grupos humanos, desde los religiosos hasta en las organizaciones de trabajadores, siempre cumpliendo la función de asegurar la unidad grupal.
En la escuela, el acoso escolar se usa para castigar a quien no cumple con los criterios impuestos, generalmente, por el líder. Este tipo de agresión es más común en las niñas que en los niños.
En la adolescencia, cuando los individuos están aprendiendo a socializar, ser rechazado por el grupo puede resultar atroz, la mayoría de las veces los lleva a la depresión, abuso de alcohol y drogas. Agresión grupal cuando la agresión se genera por dos o más niños, es considerada como una agresión social. En nuestra sociedad es importante reconocerla por las implicaciones que tiene. Los agresores son populares en primaria pero empiezan a ser aislados del grupo mientras avanzan los grados y esto los obliga a reunirse para formar bandas de agresores.
Modelos que forjan el comportamiento del alumno:
Sin embargo, carecemos de ciertas condiciones protectoras que podrían mitigar los efectos de los dichos factores, como modelos sociales positivos y solidarios, contextos de ocio y grupos de pertenencia constructivos o adultos disponibles y atentos para ayudar.
Ø  La familia son los primeros modelos de comportamiento que tienen una gran influencia, cuando los niños están expuestos a la violencia familiar, pueden aprender a ver el mundo como que si solo existieran dos papeles: agresor y agredido. Por ello, pueden ver la violencia como la única alternativa a verse convertido en víctima.
Una situación de maltrato del niño por parte de los padres contribuye a deteriorar la interacción familiar y el comportamiento del niño en otros entornos, disminuye la posibilidad de establecer una buena relación y tiende a repetir cronológicamente lo de su familia haciéndolo más grave. Un importante factor de riesgo de violencia familiar son las condiciones de pobreza y dificultades que de ella se derivan, ya que estos aumentan el estrés de los padres, que muchas veces es superior a su capacidad para afrontarlo. Por eso, son necesarias acciones encaminadas a mejorar las condiciones de vida de familias en graves dificultades económicas.
Ø  Otro modelo de comportamiento es el entorno escolar, muchas veces escuchamos a los estudiantes quejarse “de que el profesor está en contra mía” y tendemos a pensar que es una excusa para justificar una mala nota o una represión. Sin embargo, conviene prestar atención porque estas protestas pueden tener múltiples causas: insatisfacción con la asignatura, con la personalidad del profesor o la manera en que está planeado el sistema educativo; pero también puede ser señal  de una necesidad de mayor atención por parte del profesor y padres de familia.
A menudo los profesores se crean expectativas, positivas o negativas, respecto a sus alumnos e interactúan en público con los estudiantes de expectativas positivas. Esto da como resultado que haya un grupo pequeño de estudiantes “brillantes” que intervienen casi siempre y otro grupo de estudiantes más “lento” que no participa casi nunca. Además, los estudiantes de altas expectativas  suelen recibir muchos elogios y los de bajas expectativas, muchas críticas.
 Así, la motivación de estos últimos disminuye y se sienten discriminados respecto al resto de la clase. Pero esto puede ser peligroso, ya que una mala relación entre el profesor y el estudiante puede ser causa de ansiedad y depresión entre los chicos y chicas, así como de un descenso de su rendimiento escolar.

Ø  Un modelo de comportamiento también son los medios de comunicación, sobre todo la televisión, los exponen continuamente a la violencia, tanto real (telediarios) como ficticia (películas o series), y por eso son considerados como una de las principales causas que originan la violencia en los niños y hasta en jóvenes, también los juegos de video los acerca mucho a la violencia ya que están basados en guerras y peleas y esos son los principales regalos que los padres suelen darle a sus hijos. La repetida exposición a la violencia puede producir cierta habituación, con el riesgo de considerarla como algo normal, inevitable y de reducirse la empatía con las víctimas. Es importante promover en los niños la reflexión respecto a la violencia que nos rodea. 
Participantes en el bullying:
Los participantes del bullying se dividen en tres: agresor, víctima y observadores. El agresor suelen ser impulsivos, dominantes, con conductas antisociales y poco empáticos con sus víctimas. De los agresores también se pueden dividir en tres tipos y son:
·         Acosador intelectual es aquel que con buenas habilidades sociales y popularidad en el grupo, es capaz de organizar o manipular a otros para que cumplan sus órdenes. Un ejemplo seria: Un grupo de chicos es manipulado por una chica incitando a los chicos hacer lo que ella quiere, otro seria sheldon (The big bang theory) el chico inteligente que manipula a sus amigos como él quiere.

·         Acosador poco inteligente: es aquel que manifiesta un comportamiento antisocial y que intimida y acosa a otros directamente, a veces como reflejo de su falta de autoestima y de confianza en sí mismo. un ejemplo seria: Un chico abusivo en  su necesidad de suplir su superación personal.

·         Acosador víctima es aquel que acosa a compañeros más jóvenes que él y es a la vez acosado por chicos mayores o incluso es víctima en su propia casa. Un ejemplo seria: Un chico que es maltratado en su casa, va a la escuela y se desquita con otros
La victima suelen ser niños tímidos, inseguros, mantienen una excesiva protección de los padres, menos fuertes físicamente, etc. Las víctimas se pueden dividir en dos y son:
·         victima pasiva suelen ser débiles físicamente e insegura, por lo que resulta un objetivo fácil para el acosador. Otras características de las victimas pasivas seria escasa autoestima, ausencia de amigos, depresión, aunque algunos de estos rasgos  podrían ser consecuencia del acoso.

·         Victima provocadora suele tener un comportamiento molesto e irritante para los demás. En ocasiones, sus iguales les provocan para que reaccionen de manera inapropiada, por lo que el acoso posterior que sufren podrían llegar a parecer justificado. Un ejemplo seria: un chavo que se cree brabucón que anda buscando pleito, hasta que encuentra a alguien que no se deja y le pegan convirtiéndose él en la victima.
En los espectadores corren el riesgo de insensibilizarse ante las agresiones cotidianas y de no reaccionar a las situaciones de injusticia  en su entorno. Como enfrentar la intimidación y maltrato entre alumnos, los chicos y chicas deben saber que tienen derecho a su integridad física y psicológica y que nadie puede abusar de ellos ni física, ni psicológicamente, ni sexualmente. Deben conocer que las actitudes y conductas no tienen que permitir en sus relaciones con los iguales y las personas adultas. Han de prepararse  para afrontar conductas incomodas y las presiones del grupo. Romper la ley del silencio sus relaciones ha de ser igualitarias no de prepotencia ni de dominio o sumisión.
Deben considerarse de que tienen que informar y dar a conocer situaciones de abuso físico, psicológico que les sucedan y las que observen o sepan de alguno de sus compañeros/as, tanto a los padres o familiares como al centro educativo. Los espectadores deben mostrar una actitud de apertura, comunicación e interés por la víctima. No posicionarse en el lado del acosador y hacer que la víctima se lo cuente a sus padres o personas cercanas, incluso ofertar a ir con el si no está seguro. Han de ser conscientes de la importancia de mantener relaciones inter personales cordiales, positiva y mutuamente satisfactorias entre iguales.


Consecuencias de cada participante:
Ø  El agresor/a también está sujeto a consecuencias indeseadas y puede suponer para él/ella un aprendizaje sobre cómo conseguir los objetos y, por tanto, estar en la antesala de la conducta delictiva. Con ello el agresor/a consigue un reforzamiento sobre el acto del dominio o sumisión como algo bueno y deseable y por otra parte lo puede instrumentalizar como método de tener un estatus en el grupo, una forma de reconocimiento social por parte de los demás.
Si ellos/as aprenden que esa es la forma de establecer los vínculos sociales, generalizaran esas actuaciones a otros grupos en los que se integren, donde serán igualmente molestos/as. Incluso, cundo se vayan a emparejar, pueden extender esas formas de dominio y sumisión del otro a la convivencia domestica, como son los casos que lamentablemente vienen sufriendo con tanta frecuencia las mujeres.
Ø  Los alumnos víctimas del bullying tienen consecuencias de deterioro a su autoestima, ansiedad, depresión, fobia escolar e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general. Los que son causantes del bullying ósea los agresores sus conductas de acoso pueden ser crónicas y convertirse en una manera ilegítima de alcanzar sus objetivos, con el consiguiente riesgo de derivación hacia conductas delictivas, incluyendo violencia doméstica y de género.
Estos tienen consecuencias más nefastas ya que pueden terminar en fracasos y dificultades escolares, niveles altos y continuos de ansiedad y más concretamente ansiedad anticipatoria, insatisfacción, fobia a ir a la escuela, riesgos físicos, y en definitiva conformación de una personalidad insegura e insana para el desarrollo correcto e integral la persona.la imagen que tiene de sí mismo/a puede llegar a ser muy negativa en cuanto a su competencia académica, conductual y de apariencia física. En algunos casos también puede desencadenar reacciones agresivas en intentos de suicidio.
Ø  Los observadores no permanecen libres de influencia respecto de estos hechos y les suponen un aprendizaje sobre cómo comportarse ante situaciones injustas y un refuerzo para posturas individualistas y egoístas, y lo que es más peligroso, un escaparate para valorar como importante y respetable la conducta agresiva. Fundamentalmente está en juego la educación moral y el posicionamiento moral sobre lo justo y lo injusto, sobre si intervenir o no, sobre si ver agredir a un igual de forma gratuita merece mi respuesta o no y hasta donde.

En muchas ocasiones, el niño que desarrolla conductas de hostigamiento hacia otros, busca el reconocimiento y la atención de los demás, de los que carece, llegando a aprender un modelo de relación basado en la exclusión y el menosprecio de otros .son ellos los protagonistas de casos muy extremos, como suicidio, algunos estudiantes cuando se dan cuenta que el comportamiento agresivo no trae ninguna consecuencia a quien lo practica, puede adoptarlo.
Es necesario detectar y tomar medidas en las primeras etapas de la aparición de este comportamiento, para actuar con antelación a que el problema sea excesivamente grave e irreversible. Los profesores tienen el deber de observar, detectar y actuar en este tipo de situaciones y deben forzarse en ello, tomando medidas en pro de la acción anti-bullying, siendo conscientes de las consecuencias en las victimas.
Las maneras de combatirlo es intentar que los propios escolares reflexionen sobre esta situación y tengan un juicio crítico sobre ella. Concientizar a los docentes, estudiantes y familia. Generar cambios significativos en el ambiente escolar, por medio de trabajo interdisciplinario. También generar conversaciones y trabajos grupales, dentro de los grupos. Desarrollar conciencia de la importancia  del vínculo profesor – estudiante y padres – hijo.
Los niños que son victima de bullying se pueden distinguir  cuando no quieren ir a la escuela, empiezan a fingir tener malestares como dolor de cabeza, se aíslan del mundo ahí es donde caen en depresión y les empieza a entrar la idea del suicidio, también suelen tener conductas auto destructivas como hacerse daño con cortes, consumo de sustancias y trastornos alimenticios, empiezan a decaer en sus estudios, a veces presentan lesiones y visitas al servicio de salud seguido.
Cuando un niño es víctima de bullying, los padres deben de intentar romper la llamada “ley del silencio”. No esperar a que su hijo les hable de la situación de acoso, si no que ellos mismos aborden el tema explicándole en qué consiste. Deben de abordar el problema con serenidad. Esto hará que el niño sienta seguridad y confianza.
La prevención y erradicación del acoso escolar consiste en el compromiso de crear un ambiente donde exista convivencia escolar en vez de exclusión, confrontación o acoso. Se busca entonces crear ambientes escolares seguros, en donde los estudiantes puedan progresar social y académicamente sin sentir temor. Para ello es importante considerar medidas en las diferentes dimensiones de la escuela en donde: profesores, padres de familia y niños se comprometan a ser mas consientes del problema.
¿Qué hacer ante el bullying?
Acciones para disminuir la violencia escolar:
Una forma de disminuir los daños que la violencia puede causar, sería a través de las siguientes acciones:
Mayor presencia del personal docente y un trabajo con los alumnos respecto de los objetivos que tienden a cuidar y respetar su propio ámbito escolar.
Estimularlos a colaborar, integrarse y actuar cooperativamente mediante talleres de reflexión y de intercambio,  así como también la puesta en marcha de jornadas voluntarias de trabajos tendientes a mejorar y embellecer las instalaciones.
Incluir a la comunidad, para que se sienta identificada con la tarea escolar.
Se podrán proyectar películas y videos invitando a los distintos sectores de la sociedad, repartir folletos, organizar charlas y debates.
   Nivel de intervención o tratamiento:
Serian los procedimientos para corregir o mejorar la conducta antisocial o perturbadora ya existente. El más utilizado es:
El método de anatol pikas o también conocido como el reparto de responsabilidades ha sido muy utilizado para disuadir a la persona o grupo. Se trata de entrevistas con el agresor, los espectadores y la victima de forma individual, en las que se intenta crear un clima de preocupación mutua o compartida con el fin de acortar estrategias individuales de ayuda a la víctima.
El objetivo de la intervención es conseguir que los miembros del grupo, de forma individual, tomen conciencia de la situación que están viviendo y se comprometan a realizar una serie de acciones que mejoren su situación. 
·         Detectar
Para los profesores es difícil detectar un problema de agresión como el bullying por que no suelen ocurrir en su presencia.
Es importante tener en cuenta los tipos de maltrato que puede haber (maltrato físico, maltrato psicológico, maltrato social), que nos pueden dar pistas de si existe bullying en nuestro centro escolar.
Las características psicosociales de los alumnos victimas y “bullies” también nos dan indicios de posible agresión.
Para poder detectarlo es útil:
Aumentar la observación en lugares poco frecuente (patios, rincones de pasillo, entre clases, actividades extra escolares...)
Recoger información de distintas fuentes (profesores, familias, alumnos…)
Tener estructuras en el centro educativo donde expresar denuncias y reclamaciones (buzón de sugerencias, comisión de convivencia,…)

·         Evaluar necesidades y recursos.
Identificar a los alumnos afectados
Valorar sus necesidades
Identificar zonas, lugares y situaciones de riesgo
Valoración de los recursos humanos (profesores, alumnos, familias,…)
Valoración de los recursos materiales (audiovisuales, buzón de sugerencias…)

·         Actuar
Intervención con la victima
Ser cauteloso en la aplicación de medidas y en la realización de algunas acciones para no exponerla a situaciones de riesgo.
Evitar el tratar públicamente la situación de acoso.
Proteger a la víctima durante todo el proceso de intervención:
o   Aumentando la supervisión y vigilancia del profesor durante los descansos, recesos, loncherías, baños, entradas y salidas del alumno.
o   Creando grupos de compañeros solidarios (formados y determinados previamente) para acompañar a la víctima, fundamentalmente en los momentos de mayor riesgo.
Establecer reuniones individuales con la víctima y con otros compañeros que favorezcan la comunicación y la libre expresión.
Desarrollar programas específicos de habilidades sociales (defensa de los propios puntos de vista, asertividad, defensa de derechos, petición de ayuda…)

Intervención con el agresor.

Asegurarse de que los agresores reciben también la ayuda que necesitan.
La agresión puede ser debida a una falta de habilidades sociales adecuadas para interactuar con sus iguales, han aprendido que la relación interpersonal se rige por un esquema de dominio-sumisión.
Diseñar y realizar entrevistas individuales en las que se analice la situación y sus consecuencias para los afectados.
Definir muy claramente los comportamientos que no se toleran estableciendo los límites de lo permitido.
Ayudarle a entender cómo se siente el niño agredido (empatía).
Desarrollar programas de entrenamiento intensivo en habilidades sociales (asertiva, identificación y resolución de conflictos…)
Ayudarle a vincularse con los demás sintiéndose parte del grupo y del entorno y asumiendo las responsabilidades que le correspondan.
Aplicar programas de modificación de conducta: consecuencias negativas, reparación y restauración del daño, perdida de la posibilidad de realizar algunas actividades (salidas, campamentos…).
Aplicar técnicas cognitivas (entrenamiento en autocontrol…)

Intervención con los observadores

Ser denunciados.
Analizar las consecuencias que estos comportamientos tienen para todo el grupo.
Definir claramente cuáles son los papeles que los observadores juegan en estas situaciones.
Enseñar a los alumnos a pedir ayuda, a superar el miedo a ser calificados de chivatos o incluso a convertirse ellos mismos de victimas.
Informar sobre la posibilidad y recursos existentes en el centro, para denunciar situaciones de intimidación garantizándose la confidencialidad (teléfono amigo, buzón de sugerencias, comisión de resolución de conflictos…)

Intervención en el grupo de clase

Hacer saber al alumnado que no se van aceptar agresiones de ningún tipo.
Elaborar proyectos anti violencia: campañas, concursos de slogan…
Enseñar a poner nombre y expresar los sentimientos
Crear y estimular un clima escolar de rechazo a los malos tratos (violencia de género, bullying…)
Poner en marcha actividades de tutorías ya diseñadas por otros autores
Crear grupos de ayuda: supervisores, tutores, maestros, ayudantes de clases,…
Favorecer el establecimiento de vínculo positivo entre los alumnos y la aceptación de las responsabilidades personales y grupales.
Fomentar el trabajo en equipo del grupo con actividades diversas (fiestas, proyectos, semana cultural…)
Fomentar en el alumnado formas sanas de compañerismo y solidaridad.
Favorecer la integración de todos los alumnos en el grupo y el desarrollo de habilidades pros sociales a través de trabajos cooperativos.

Intervención con las familias
Contar necesariamente con todas las familias afectas y solicitar su colaboración. Evitar que los padres se sientan poco respaldados y tomen iniciativas individuales, que pueden agravar la situación de su hijo.
Mantener reuniones individuales con cada una de las familias de los afectados para informarles sobre la situación y las medidas adoptadas por la escuela. Evitar buscar culpables y tener a obtener compromisos positivos.
No se aconseja tratar estos temas en reuniones generales de padres de familia.
Ayudar a las familias a analizar la situación de forma realista, sin minimizar los hechos, ni sobredimensionar las consecuencias.
Dar a las familias espacio y oportunidades para hablar de sus sentimientos.
Orientar a las familias para fomentar el diálogo permanente padres-hijos.
Ofrecer pautas que ayuden a fomentar de forma adecuada la situación de su hijo.
Resaltar la importancia de mantenerse alerta ante los comportamientos de los hijos.
Mantener una relación fluida y continua la comunicación entre la escuela y la familia con el objeto de coordinar la intervención.

Prevención de nuevas agresiones.
Creación de difusión de estructuras y recursos para recibir denuncias, reclamaciones y quejas (buzón de sugerencias, teléfono amigo, comisión anti bullying)
Formación del profesor en el manejo de conflictos y enseñanzas de habilidades de interacción personal y social.
Formación del alumno en habilidades que le permitan interactuar de forma adecuada  (escucha activa, defensa asertiva de opciones, peticiones, rechazos…)
Crear comisión de alumnos que se impliquen en el desarrollo de la convivencia positiva en la escuela, con representantes de todos los niveles
Implicar a los padres para que participen en las estructuras y medidas de mejora de la convivencia en la escuela.
Consejos para victimas
1.- Aprende a comunicarte
Una de las claves para lidiar con el acoso, es aprender a comunicarte con tus compañeros. Piensa quienes son los que te molestan frecuentemente y afréntalos para buscar una solución común y, sobre todo, para demostrarle que no les tienes miedo.
2.- Trabaja en tu autoestima
Las victimas de bullying suelen ser jóvenes con el autoestima baja. Trabaja en tu autoestima para sentirte bien y recordarte a ti mismo que eres una persona valiosa y no mereces ser denigrada y molestada por  nadie. Si tienes muchas dificultades para hacerlo, considera consultar con un especialista en la materia.
3.-Hazte nuevos amigos.
Piensa que las personas que pierden el tiempo insultándote o burlándose de ti no merecen tu atención, ni tu amistad. Si te estás juntando con un grupo problemático, considera hacerte nuevas amistades. Ellos también serán tus aliados a la hora de luchar contra el acoso escolar.
4.- No respondas con violencia
Es un hecho probado que la violencia genera más violencia, por eso cuando somos violentados tendemos a responder de la manera errónea. Recuerda que la violencia no lleva a ningún lado y darle un puñetazo a un compañero puede generarte mas problemas con las autoridades de tu colegio.

Conclusión
El bullying es un fenómeno que se conoce desde hace mucho tiempo. Sin embargo, desde hace unos años las conductas violentas se están haciendo cada día mas presentes tanto en el ámbito educativo, familiar y social. Por lo que resulta vital investigar más  afondo el tema para poder generar el cambio.
Las investigaciones realizadas en el mundo sobre la violencia escolar, han permitido establecer cuáles son las formas de violencia más extendida en el ámbito escolar.
A pesar de que existe una gran cantidad de publicaciones sobre el tema, se hace difícil definir procedimientos o programas de intervención universal, ya que la dinámica de este tipo de situaciones está marcada por la influencia del grupo escolar.
La violencia en las aulas se ha ido incrementando a nivel mundial, los centros educativos se han convertido en un campo de batalla de todos contra todos, situación que está presente en las instituciones educativas que no hace diferencia de etnias, zonas urbanas o rurales, escuelas privadas o públicas, chicos y chicas, etc.
La violencia escolar es uno de los tantos síntomas de la crisis de valores de la sociedad. No es problema de ciertos menores, sino que estos, son a su vez expresión de la crisis familiar y social. Se requiere trabajar con los menores y sus familias al igual que con sus maestros.
El acoso escolar “bullying” produce efectos nocivos en las victimas como es el deterioro de la autoestima, depresión, trastornos de ansiedad, fobia, e intentos de suicidio, con repercusiones negativas en el desarrollo de la personalidad, la socialización y la salud mental en general.
El acoso escolar es un problema real y los efectos que genera esa intimidación ocasionan problemas en la salud física y emocional de los estudiantes.
Las escuelas no son las culpables de acoso escolar y no es cuestión de buscar a los culpables, pero si es importante que los colegios contribuyan a su prevención, detección y tratamiento médico y psicológico.   
Hoy más que nunca se debe tener una buena comunicación de hijo – familia – escuela.


 Bibliografía
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4. Cabezas Pizarro, Hannia y Monge, Irene. Maltrato entre Iguales en la escuela costarricense. Educación: Revista de la Universidad de Costa Rica, 31 (1), 135-144. 2007 5. Cabezas Pizarro, Hannia. Detección de conductas agresivas “Bullyings” en escolares de sexto a octavo año, en una muestra costarricense. Educación: Revista de la Universidad de Costa Rica, 31 (1), 123-133. 2007
6. Morero Artal, Edith “La violencia en las escuelas”. Educación: Revista de la Universidad de Costa Rica, 29(2), 139-155. 2005.
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9. Coto, M., Jiménez, S., Martínez, T. Pizarro, P. & Viales, X. Conductas que afectan la calidad de los recreos de los niños y niñas de las Escuelas Alba Ocampo, Centro Educativo CENIT y Unidocente de Las Delicias, circuitos 02 y 04 de la Dirección Regional de Liberia, Guanacaste, 2007. (Tesis inédita de Licenciatura). Universidad Nacional, Costa Rica. 2007

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