viernes, 15 de noviembre de 2013

LA DELINCUENCIA JUVENIL


La delincuencia juvenil

Universidad Autónoma de Campeche

Por: MC. Leslie Mariely Dzul Huchin

1ero A. Lic en Psicologia

REF: ACT012_PSICOA_DZUL_HUCHIN

 


 

INCIDENCIAS DE EMBARAZO EN ADOLESCENTES DE LA ESCUELA
PREPARATORIA DEL INSTITUTO CAMPECHANO.
Por: MC. Martin Alberto Sosa Zumárraga.
1ero. C Licenciatura en Psicología
Universidad Autónoma de Campeche.
REF: ACT012_PSICO(GRUPO)
Introducción

Hablar de la delincuencia es un tema que necesita tratarse con mucho interés e importancia, ya que representa un problema actual que afecta a todas partes del mundo, sin importar la cultura, creencias ni tipo de gobierno.

En el siguiente trabajo hablaremos específicamente de un tipo de delincuencia que no representa ningún hecho novedoso, ya que cada vez es más común escuchar e incluso ver estos tipos de acciones, se está hablando por supuesto, de la “Delincuencia juvenil”.

Es importante tratar y estudiar este tipo de delincuencia, no solo porque es cada más común y peligroso, sino porque hay que reconocer que si este problema no es tratado con las medidas convenientes, el día de mañana puede convertirse en una delincuencia adulta u organizada cada vez más peligrosa; y también porque no hay que olvidar que estos jóvenes representa el futuro de nuestra sociedad.

Por eso el trabajo está enfocado en brindar información que nos ayude a informarnos más sobre este tipo de delincuencia, ya que el  problema sobre la delincuencia juvenil en el área de estudio posee diferentes aspectos desde los cuales podemos introducirnos , para así en un futuro no muy lejano poder asumir las responsabilidades necesarias para buscar y encontrar posibles soluciones a este tipo de problema, y así también poder ayudar a nuestro jóvenes y por supuesto a la sociedad donde vivimos, porque todos tenemos derecho a disfrutar de una vida segura y sin riesgos.

 
 
Desarrollo

Delincuencia

Para empezar es importante primero aclarar a que se refiere el término delincuencia; por delincuencia se entiende todo acto o acciones que rompen y van contra la ley, lo cual le hace a la persona que lo practica merecedor de un castigo, ya sea social o legal.

La delincuencia a diferencia del delito y de los delincuentes, puede entenderse como un fenómeno social objetivo, pero indeterminado, en el que confluyen diferentes expresiones delictuales o criminales que afectan a las personas, el patrimonio, la propiedad y a la sociedad en general.

Existe una gran distancia entre cometer un delito y ser un delincuente. Aunque lamentablemente resulta un error de percepción social, que inclusive abunda en los ámbitos judiciales y comunicacionales, como la prensa, el atribuir de la misma manera estos conceptos.

Es importante saber que el “etiquetamiento” de delincuentes o criminales resulta más “justo” en aquellos individuos que hacen un oficio o rutina con la ruptura de normativas delimitadas por la ley.

Si bien los delitos pueden definirse como las acciones u omisiones imprudentes penadas por la ley, según nivel de “afección social” se establecen diferencias entre éstos y los crímenes.

La gravedad que separa los delitos de crímenes, se determina por el tipo de pena que conlleva la infracción de ley. La gravedad de la pena depende de criterios como:

  • Valoración del daño para la víctima.
  • Valoración del daño para la sociedad.
  • Tipo de presidio.
  • Duración del presidio.
  • Medidas cautelares.
  • Beneficios e Inhabilidades civiles.

Por lo tanto, el crimen se diferencia del delito, porque el primero conlleva daños irreparables a las víctimas, implica un riesgo para la sociedad, y la aplicación de ley considera en su resolución penas de larga duración, presidio o reclusión efectiva, ausencia de beneficios e inhabilidades públicas perpetuas.

Cabe recordar que aunque en la actualidad hablar de la delincuencia ya no representa un tema extraño o un tabú, ni se le da tanto interés como al principio, la violencia no se ha ido, solo  ha desaparecido de la narrativa gubernamental, de la exposición mediática, pero no se ha erradicado y sigue existiendo en el país. Incluso según estudios de la Política de Seguridad del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la delincuencia se ha dispersado y ha llegado incluso a municipios en donde no existían problemas de inseguridad, por lo que los actos violentos se han incrementado y son cometidos mucho más ahora que antes.

 

Delincuencia juvenil

Ahora hablaremos de un tipo de delincuencia en particular, la delincuencia juvenil; los cuales son los más visibles, a veces el más brutal, pero también quizás la manifestación más incomprendida.      

Por eso, es importante estudiar y tratar la delincuencia juvenil de hoy como posible delincuencia adulta de mañana, para así estar preparados y saber qué medidas tomar para poder combatir este problema.

Como su nombre lo dice, la delincuencia juvenil hace referencia a todo lo relacionado con la juventud, llevado a cabo por personas que no han alcanzado aún la mayoría de edad, evidentemente penal.

La delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero. Es un fenómeno que se extiende desde las familias ricas o acomodadas hasta las más pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier rincón de nuestra civilización.

La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo la seguridad pública de la sociedad, y que va en contra de las buenas costumbres ya establecidas por la sociedad.
Los jóvenes involucrados son ellos mismos víctimas. Si bien es sólo uno de una multitud de problemas identificados y discutidos por mucho tiempo. El problema más grave es que afecta a sus vidas.

Dentro de la delincuencia juvenil, también pueden estar involucradas las pandillas que son un grupo de adolescentes o jóvenes que se juntan para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están constituidas comúnmente entre niños y/o jóvenes de 13 a 20 años.

Se considera que la delincuencia comienza a los 10, 12, 13 o 14 años de edad, siendo aún muy pequeños y en ocasiones dependientes de otras personas.

La delincuencia alcanza, su punto máximo entre los 13 y 15 años de edad; pues, es un periodo en el cual el menor tiende particularmente a relacionarse y desarrollarse con los otros chicos de su edad.

Pero la delincuencia juvenil, toma un aspecto mucho más grave cuando los jóvenes forman bandas y pandillas. Se estimulan por la audiencia tanto más buscada cuanto más esconde un verdadero miedo y tanto más mantenida cuanto más prestigioso se hace uno de la “pandilla”, atreviéndose a lo que los demás no se atreven.

La banda de adolescentes o pandillas, sirve a la vez como lazo social para jóvenes desarrollados y como agente canalizador de su agresividad hacia los adultos. A semejanza del mundo animal, en la banda juvenil se da la seguridad de un territorio. La obsesión de la seguridad se garantiza por la integridad en el territorio y la lealtad respecto al grupo, que a menudo se convierte en temor.

Cabe recalcar que existe mayor número de muchachos que de muchachas delincuentes, aunque esta diferencia empieza a disminuir al final de la adolescencia a causa del incremento de la delincuencia femenina en dicha etapa, también existe una diferencia entre sexos en función del tipo y de la gravedad de los delitos cometidos. En las muchachas son más frecuentes los hurtos menores y la prostitución, mientras que abunda entre los muchachos la agresión física, los robos, la alteración del orden, entre otros.

Los menores de 13 a 14 años dirigen la mayoría de sus actos delictivos contra la propiedad; en la adolescencia final, mayores de 15 años, por el contrario, afectan con más frecuencia a las personas.

En el medio rural los actos son, en su mayoría, individuales, en cambio en el medio urbano suelen realizarse en grupo, respaldos por el apoyo mutuo que encuentran los jóvenes en la banda o pandilla.

Entre los delitos más frecuentes en los jóvenes, ya sean solos o acompañados, se encuentran el robo, hurto, violencia, incluida la violación y el vandalismo, el participar en el crimen organizado, como secuestro, robo de bancos, entre otros.

Para estas acciones pueden valerse del uso de cuchillos, armas de fuego e incluso granadas. Lo cual aumenta el riesgo de muerte y lesiones entre miembros de un grupo delictivo, y también para los que no están involucrados en esas pandillas. Sin embargo, el uso de la violencia es crucial para ganar y mantener el poder. La violencia es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno de los factores que influye en los jóvenes para cometer actos ilícitos.

 

El entorno y juicio social de la delincuencia juvenil

El estudio de la delincuencia juvenil constituye un tema de actualidad, pero que ha existido desde ya varios años atrás, no sólo del derecho penal, sino también de la criminología y de las ciencias conexas. Pero hay que recordar que la delincuencia es más una categoría legal que una científica, la rehabilitación o readaptación depende de cada jurisdicción legal y los castigos también.

La delincuencia juvenil se ubica, la mayoría de las veces, dentro de un contexto social caracterizado por grupos de jóvenes  ubicados dentro de niveles de miseria o pobreza, desempleo, narcotráfico, concentración urbana, baja escolaridad o analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos sociales se les ha negado todos los derechos humanos, tales como el derecho a la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo. Por ejemplo, en el grupo nuclear de los delincuentes, sólo 1 de cada 5 no tuvo dificultades en la escuela por cualquiera de los factores antes mencionados.

La delincuencia juvenil es el resultado de la combinación de diversos factores de riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad, en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje, consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia, la solidaridad, la justicia y el respeto.

Existe una diferencia entre los delincuentes juveniles y no-delincuentes en relación con el juicio social. Los delincuentes obviamente tienen un juicio social inferior a los  jóvenes no-delincuentes, y está ligado en parte con la convivencia donde la relación interpersonal juega un papel muy importante.

 

Clasificación de los delincuentes juveniles

A los jóvenes que hacen uso de acciones delictivas, ya sea solos o en grupos, pueden clasificarse de la siguiente manera:

1.    Delincuente activo

Aquí se integra al grupo que comete actos legalmente delictivos de cierta importancia. Normalmente suelen tener entre 15 y 20 años.
En general, constituidos por miembros en los que hay algún o algunos jóvenes con un alto índice de conflictos de personalidad. Es un tipo de grupo que a la larga acabará tendiendo a la delincuencia activa como hábito de conducta normalizada y propia del grupo. Con frecuencia las conexiones y derivaciones de este grupo acaban en la delincuencia adulta organizada. El grupo sólo se mantiene cerrado para algunas acciones, pero en la mayoría de veces requieren normalmente la amplia participación del grupo.

2.    Disocial paraviolento

Se distingue del anterior porque estos tipos de delincuentes suelen tener un comportamiento socialmente agresivo. Se agrupan en pandillas, que constituye en cierto modo un mecanismo de defensa contra la sociedad adulta, de la que se siente enormemente distante. A pesar de que este grupo está formado generalmente por jóvenes con edades comprendidas entre los 14 a 17 años son fácilmente reconvertibles una vez que se incorporan a la vida laboral, el problema sucede cuando no hay esa posibilidad y se adentran dentro de otro mundo.

3.    Joven marginal

Engloba a los dos sectores sociales anteriores. Suelen ser hijos de inmigrantes y chicos con fracaso escolar. Son el producto de las crisis de los barrios. Constituye una especie de “toxicomanía social” destinada a mejorar la visión que la cruel vida diaria proporciona.

4.    Niños y preadolescentes disóciales y marginales

Este grupo radica en la edad de 6 a 9 años, su intención se basa en copiar la actuación de niños de más grande edad. Y que en ocasiones sienten gran apego a la calle, más que a la propia familia.

 

Personalidad del delincuente

La personalidad que adquiere o se desarrolla en el joven  para llegar a ser un delincuente, depende en gran medida de:

a.    Inmadurez

Es lógico porque a esa edad, no es muy posible desenvolverse de forma racional en la vida.

b.    Vacío de sí mismo

No asumen su propia historia personal. En ocasiones su pasado lo rechazan. No aprenden de sus errores, aunque el presente es vivir aquí y ahora. No tienen muchas expectativas en la vida.

Comportamiento contradictorio: Chicos muy metidos en su vida, y no se paran a analizarla. Tienen una sorprendente capacidad de adaptación.

c.    Inseguridad

Desconfianza con respecto a las demás personas que no encajen en su mismo tipo de vida.

 

Causas de la delincuencia juvenil

Para comprender un acto de delincuencia y buscar las medidas necesarias para reducir lo más que se pueda el problema, primero hay que conocer la historia del individuo y todo lo que hay detrás de él, que hizo que se comportara de cierta forma, su historia y todos esos aspectos que conforman su personalidad.

Las ciencias como la psicología, psiquiatría y sociología, que estudian los comportamientos humanos han aportado distintos datos para una mejor explicación sobre la delincuencia.

Existen diversos factores que conducen a la delincuencia, ya sea  endógenos, que son los psicológicos, y exógenos, de forma física y socio-cultural.      

También podemos explicar la delincuencia no solo a partir de aprendizajes no adecuados si no de los esperados.

Antes hay que recordar de igual forma, que la familia juega un papel relevante en el proceso de socialización de los jóvenes, influyendo en gran medida en su futuro comportamiento, y por lo tanto en su desarrollo. Sin embargo, existen más aspectos que influyen también de manera importante en la vida de  los jóvenes.

Entre las causas o factores que conllevan a la actividad delictiva en jóvenes podemos mencionar las más importantes:

-      La familia no completa es un factor de gran importancia, que algunos autores han defendido como paso para prevenir la delincuencia, pero ha dejado de ser importante por el hecho, de que una familia completa puede estar destruida en su interior y, por otro lado puede darse también el caso inverso de familias incompletas, que a pesar de ello, ofrecen buenas condiciones para un desarrollo sano. Pero a pesar de esto, no se descarta la idea de que pueda ser un factor de riesgo.

-      Familia con dificultades en los procesos de identificación, el que los padres asuman plenamente sus papeles es una cosa normal, pero en muchas familias el joven al llegar a la adolescencia su vida cambia, y si el padre o la madre no tiene un carácter apacible o es excesivamente inimitable pueden tener consecuencias.

-      La familia con fracasos y falta de bases educativas, hace que el joven no sienta afición por la formación, también está la familia con nivel educativo bajo que espera que sus hijos alcancen lo que ellos no pudieron conseguir.

-      La severidad excesiva demuestra que cuando los padres son muy exigentes o estropean al niño a fuerza de quererlo hacer perfecto, hacen nacer la rebeldía, en vez de favorecer la honradez. Y así vemos a estas víctimas de la disciplina fría o brutal como aprovechan la primera ocasión favorable para liberarse de toda tutela y hacer lo que les da la gana.
-Hay padres demasiados débiles. La disciplina personal, especialmente el poder de retenerse, de actuar o de privarse de una cosa deseada pero que no se puede tener, debe ser inculcado al niño en el curso de los primeros años de su existencia.

-      El niño que ve a su padre y a su madre disputar entre sí, juzga la sociedad en su conjunto sobre el mismo modelo, y llega a creer que él también debe defender violentamente su punto de vista si no quiere ser aplastado.

-      Puede suceder que aunque la familia está relativamente unida, las ocupaciones de los padres dejan a los niños muchos ratos libres, y una libertad que en ocasiones se vuelve libertinaje.

-      Los modelos sociales, a veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo otra importante fuente de la delincuencia juvenil. No hay que olvidar lo susceptibles que son los jóvenes a la imitación y a la influencia que está puede ejercer como método de afirmación personal.

-      La falta de apoyo familiar

-      Poca confianza y comunicación dentro de la familia.

-      La violencia intrafamiliar

-      La influencia del medio en el desarrollo de la delincuencia juvenil es también muy importante, los niños colocados en un medio muy pobre o que viven en condiciones difíciles están fuertemente tentados de descifrar su existencia por el robo.

-      El fácil acceso a armas de fuego, alcohol o consumo de drogas

-      Las tensiones provocadas por la acumulación de la escasez

-      La falta de actividades recreativas

-      La falta de servicios básicos

-      Factores que promueven la violencia, tales como la ausencia de mecanismos para el conflicto resolución

-      La escuela aparece como un factor determinante en la correcta educación y socialización de los jóvenes, aunque en algunos casos el fracaso escolar o un temprano abandono escolar opera en sentido contrario como un facilitador de la delincuencia

-      El grupo de amigos es importante en el desarrollo psicosocial al ofrecer a los adolescentes un sentido de pertenencia, un soporte emocional y normas de comportamiento, por lo tanto también es muy influyente.

-      Desórdenes internos como nerviosismo, preocupación o ansiedad; problemas psicológicos como hiperactividad, problemas o dificultades de concentración. Estos problemas, trastornos o carencias de la personalidad pueden influir en el adecuado desarrollo de la personalidad de los jóvenes, creando niños y jóvenes inmaduros, egocéntricos, impulsivos o agresivos, comportamientos asociados a la delincuencia juvenil.

-      La desadaptación social, que surge al no sentirnos identificados y cómodos con el grupo, que además produce un aprendizaje inadecuado, también influye sobre la delincuencia

 

Posibles soluciones para la delincuencia juvenil

La multiplicidad de causas presentadas significa que también se pueden identificar una amplia gama de soluciones. Las soluciones a la delincuencia son, como es lógico, muy relacionada con sus causas percibidas:

-      En el ámbito social, una de las posibles soluciones está en asesorar psicológicamente a la familia en relación con los cambios emocionales de los hijos y el rol que la educación tiene en ellos, Esta es, principalmente importante en el desarrollo moral e intelectual de la juventud.

-      Por otro lado, puede brindarse apoyo institucional a través de centros de rehabilitación estatales que apliquen un reglamento basado en normas de conducta, control de sus actos y motivación.

-      De la misma forma, el trabajo comunitario brindaría apoyo social y económico a los jóvenes que más lo necesitan, ya que como vimos, muchas veces la necesidad es un factor de la delincuencia.

-      También una manera saludable de rehabilitación es el deporte, ya que brinda un desarrollo físico y emocional.

Las soluciones propuestas pueden  dividirse entre aquellos que involucran  a personas informales como el apoyo de familiares, amigos y otros miembros de la comunidad; y los de apoyo formal a través de las fuerzas de seguridad del Estado, organizaciones gubernamentales o instituciones religiosas. Sin embargo, una estricta distinción entre la acción formal e informal no siempre es posible, ya que muchas de las intervenciones formales implican también  la participación, la reflexión y la acción en la comunidad y la familia.

Muchas soluciones informales propuestas incluyen una mayor comunicación dentro de la familia, para mejorar su capacidad de apoyo y comprensión, y dentro de la comunidad, para fomentar la unidad y el respeto entre los miembros.

Diversas asociaciones formales pueden ser  instrumentos  tanto en la prevención y la rehabilitación. La función de las organizaciones juveniles es a la vez ofrecer orientación, proporcionar un grupo social alternativo.

Se identifica con mayor frecuencia las organizaciones para los jóvenes como la solución más eficaz dentro de las soluciones formales. Aunque la prevención de parte de todos es la más eficaz a largo plazo.

Hay que reconocer que la sociedad está en la capacidad de ayudar a los jóvenes con esta problemática, solo hace falta las ganas de querer intentarlo.

 

La delincuencia en el estado de Campeche comparado con otros estados del país

Los hechos delictivos se acrecientan más en nuestra entidad, para algunas autoridades policiacas el crecimiento del índice delictivo en nuestra “tranquila” ciudad de Campeche, no es preocupante si la comparamos con otras entidades de la Península y del resto del país, como la zona centro de México que tiene los niveles más altos de denuncias por secuestros, según el ICES México Unido Contra la Delincuencia cree que los operativos contra el narco han ayudado a elevar los  factores de la delincuencia.

Tres estados del centro del país, incluido el Distrito Federal, son las entidades con el mayor número de denuncias ante el Ministerio Público por distintos tipos de delitos, según las estadísticas más recientes del Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Inseguridad (ICESI).
Entidad
Total
 Tlaxcala
           270
 Distrito Federal
             92
 Estado de México
             42
 Baja California
             38
 Guerrero
             21
 Tamaulipas
             18
 Michoacán
             16
 Morelos
             13
 Puebla
               9
 Sinaloa
               9
 República Mexicana
           601
Fuente: Sistema Nacional de Seguridad Pública y CONAPO

Y aunque hay mucha razón en esa aseveración, lo cierto es que no por el hecho de que las estadísticas no sean alarmantes en el estado las autoridades competentes van a seguir durmiéndose en sus laureles.

México Unido Contra la Delincuencia denuncia que los gobernadores de cada  estado deben tomar cartas en el asunto de los secuestros.

Si bien las autoridades federales mexicanas están librando una lucha contra el crimen organizado, principalmente con el narcotráfico, en las principales ciudades del país se libra otra batalla contra los secuestradores.

Hasta hace algunos años era muy remoto que las autoridades policiacas detuvieran a vendedores o consumidores de cocaína y coincidentemente el índice delictivo de robos a casas habitación y negocios era también mínimo.

Sin embargo, el crecimiento de la ciudad y la llegada de gente de fuera, generaron que la venta de droga siente sus reales en todos los municipios de la entidad: las detenciones y decomisos de pequeñas cantidades de cocaína o cualquier otra droga así lo confirman.

El narcomenudeo sentó sus bases en todas las colonias de la ciudad y a pesar de que ciudadanos responsables han denunciado a quienes se dedican a la ilícita actividad, muy poco han hecho las autoridades encargadas de investigar y  detener  a los responsables

La venta de drogas genero otros fenómenos sociales que hoy nos afectan a todos los campechanos, pues los que por desgracia cayeron en el vicio se convirtieron en parte de la delincuencia organizada.

Los ciudadanos no debemos de atenernos del labor que puedan hacer las autoridades encargadas, también debemos de poner de nuestra parte en la prevención de los delitos, adoptando las medidas y consejos de seguridad recomendadas, asegurando las viviendas, los vehículos o reportando a cualquier sospechoso.

 

La delincuencia en el contexto actual

Vemos un gran cambio en la forma de tratar la información de los hechos violentos; antes se daba cuenta a detalle y de manera específica lo que sucedía, los delincuentes capturados y las acciones para lograrlo, ahora pasamos a la evasión y al silencio.

 El gobierno ya no trata el tema de la inseguridad y delincuencia como el eje prioritario de sus acciones, y en esa medida, la información y la narrativa gubernamental destaca otros temas, informa parcialidades y omite los detalles, con lo que ha logrado desviar la atención hacia otros tipos de asuntos.

Ahora los detenidos por la autoridad ya no son expuestos a los medios de comunicación; los capos, sicarios, lugartenientes, operadores han sido borrados de la narrativa gubernamental, estrategia que es un derecho de la autoridad, pero que de fondo no resuelve la problemática. Ojalá que por el hecho de no hablar de estos temas y no referirse a los actos delincuenciales, éstos desaparecieran como por arte de magia, desgraciadamente la realidad no es así, y la delincuencia sigue siendo real y afectando hasta estos días.

Hasta ahora el gobierno ha ganado la batalla mediática logrando que se hable poco del tema, ahora necesita ganarle a la delincuencia y devolvernos la paz y la tranquilidad que los todos merecemos y necesitamos.

La estrategia de combate a la delincuencia organizada implementada por el gobierno federal no ha dado resultados, una gran cantidad de muertos, ejecutados, bloqueos carreteros, incremento de secuestros, la creación de policías ciudadanas, comunitarias o grupos de autodefensa dan cuenta clara y fidedigna de que la obligación del Estado mexicano en sus diversos órdenes de gobierno, no ha logrado establecer la paz y tranquilidad que da vivir en un lugar seguro.  

Es increíble, que en nuestro país, como en otros, difícilmente se pueda andar caminando sin miedo a que te asalten o hasta que te maten; no importa la hora puede ser mañana, tarde o noche, ni el día, ni siquiera la causa. Ha aumentado increíblemente, los secuestros, asaltos y asesinatos. Ni en la propia casa se puede estar tranquilo, porque es cuestión de minutos en que un ladrón se mete en la casa, haya o no haya nadie, eso no importa.

Pero la obligación de combatir la delincuencia no le corresponde exclusivamente al gobierno, nos toca a todos en general asumir la responsabilidad de ayudar con esta problemática.

Se deben tomar medidas urgentes pero que funcionen para que esto no continúe así, porque vivir con miedo todo el tiempo no es vivir.

 



Conclusiones

Para terminar este trabajo, hay que mencionar que la delincuencia, ya sea juvenil, adulta u organizada, es un problema que afecta a todos por igual, y que sus soluciones y medidas preventivas, es algo que no solo le corresponde al gobierno sino a todos en general.

Por ejemplo sería muy difícil evitar la delincuencia en los jóvenes, si en nuestras familias no orientamos a los niños y adolescentes sobre las cosas que están bien y las cosas que están mal y así no caigan en malas amistades que las involucren en ciertos actos delictivos, porque hay que recordar que el primer grupo al que pertenece un  ser humano es la familia y es desde ahí donde se empieza la educación.

Pero esta no sería la única causa, así como estas existen muchos más, por eso es importante estar informados y conocer más a fondo la situación de este problema social, para poder buscar si es posible a cada causa una solución.

Los aspectos que se mencionaron en este trabajo son importantes para conocer sobre la delincuencia, pero más específicamente sobre la delincuencia juvenil, que si no es el primer tipo por donde pasaron los grandes delincuentes, si es una de las principales.

                  
 
 


Referencias

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Jiménez Ornelas, René Alejandro. (2005). La delincuencia juvenil: fenómeno de la sociedad actual. Papeles de Población, Enero-Marzo, 215-261.


 

Soto Navarro, Susana. (2005). La delincuencia en la agenda mediática. Reis. Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Sin mes, 75-130.


 

Coronado, David. (2006). ¿Realmente sabemos lo que hacemos cuando creemos combatir la delincuencia?. Territorios, Agosto-Diciembre, 33-52.


 

 Revista Borromeo N° 4 - Año 2013 http://borromeo.kennedy.edu.ar revistaborromeo@kennedy.edu.ar ISSN 1852-5704


 

 

Título: La delincuencia aún sigue aquí: dispersa en el territorio nacional


Título: Siempre!. 60.3138 (Aug. 4, 2013): p38. From Informe Académico.

Tipo de documento: Article

Copyright : COPYRIGHT 2013 Editorial Cruzada, S.A. DE C.V.


 

 

Santisteban, Eduardo. "¡2000, año de Campeche!" Siempre! 24 Aug. 2000: 93. Informe Académico. Web. 29 Sept. 2013.

Document URL
http://go.galegroup.com/ps/i.do?id=GALE%7CA65277196&v=2.1&u=uacam1&it=r&p=GPS&sw=w&asid=58202680c8bce574cda6b48efe5f3cc3

 

 

 

 

 

 

 

 

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