La
delincuencia juvenil
Universidad Autónoma de Campeche
Por: MC. Leslie Mariely Dzul Huchin
1ero A. Lic en Psicologia
REF: ACT012_PSICOA_DZUL_HUCHIN
INCIDENCIAS DE EMBARAZO EN ADOLESCENTES DE LA ESCUELAIntroducción
Hablar
de la delincuencia es un tema que necesita tratarse con mucho interés e
importancia, ya que representa un problema actual que afecta a todas partes del
mundo, sin importar la cultura, creencias ni tipo de gobierno.
En
el siguiente trabajo hablaremos específicamente de un tipo de delincuencia que
no representa ningún hecho novedoso, ya que cada vez es más común escuchar e
incluso ver estos tipos de acciones, se está hablando por supuesto, de la
“Delincuencia juvenil”.
Es
importante tratar y estudiar este tipo de delincuencia, no solo porque es cada
más común y peligroso, sino porque hay que reconocer que si este problema no es
tratado con las medidas convenientes, el día de mañana puede convertirse en una
delincuencia adulta u organizada cada vez más peligrosa; y también porque no
hay que olvidar que estos jóvenes representa el futuro de nuestra sociedad.
Por
eso el trabajo está enfocado en brindar información que nos ayude a informarnos
más sobre este tipo de delincuencia, ya que el problema sobre la delincuencia juvenil en el
área de estudio posee diferentes aspectos desde los cuales podemos
introducirnos , para así en un futuro no muy lejano poder asumir las
responsabilidades necesarias para buscar y encontrar posibles soluciones a este
tipo de problema, y así también poder ayudar a nuestro jóvenes y por supuesto a
la sociedad donde vivimos, porque todos tenemos derecho a disfrutar de una vida
segura y sin riesgos.
Desarrollo
Delincuencia
Para
empezar es importante primero aclarar a que se refiere el término delincuencia;
por delincuencia se entiende todo acto o acciones que rompen y van contra la
ley, lo cual le hace a la persona que lo practica merecedor de un castigo, ya
sea social o legal.
La
delincuencia a diferencia del delito y de los delincuentes, puede entenderse
como un fenómeno social objetivo, pero indeterminado, en el que confluyen
diferentes expresiones delictuales o criminales que afectan a las personas, el
patrimonio, la propiedad y a la sociedad en general.
Existe una gran distancia entre cometer un delito y
ser un delincuente. Aunque lamentablemente resulta un error de percepción
social, que inclusive abunda en los ámbitos judiciales y comunicacionales, como
la prensa, el atribuir de la misma manera estos conceptos.
Es importante saber que el “etiquetamiento” de
delincuentes o criminales resulta más “justo” en aquellos individuos que hacen un
oficio o rutina con la ruptura de normativas delimitadas por la ley.
Si bien los delitos pueden definirse como las acciones u omisiones
imprudentes penadas por la ley, según nivel de “afección social” se establecen
diferencias entre éstos y los crímenes.
La gravedad que separa los delitos de
crímenes, se determina por el tipo de pena que conlleva la infracción de ley.
La gravedad de la pena depende de criterios como:
- Valoración del daño
para la víctima.
- Valoración del daño
para la sociedad.
- Tipo de presidio.
- Duración del presidio.
- Medidas cautelares.
- Beneficios e
Inhabilidades civiles.
Por lo tanto, el crimen se diferencia del
delito, porque el primero conlleva daños irreparables a las víctimas, implica
un riesgo para la sociedad, y la aplicación de ley considera en su resolución
penas de larga duración, presidio o reclusión efectiva, ausencia de beneficios
e inhabilidades públicas perpetuas.
Cabe recordar que aunque en la actualidad
hablar de la delincuencia ya no representa un tema extraño o un tabú, ni se le
da tanto interés como al principio, la violencia no se ha ido, solo ha desaparecido de la narrativa
gubernamental, de la exposición mediática, pero no se ha erradicado y sigue
existiendo en el país. Incluso según estudios de la Política de Seguridad del
Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la delincuencia se ha dispersado y ha llegado incluso a municipios en
donde no existían problemas de inseguridad, por lo que los actos violentos se
han incrementado y son cometidos mucho más ahora que antes.
Delincuencia
juvenil
Ahora
hablaremos de un tipo de delincuencia en particular, la delincuencia juvenil; los
cuales son los más visibles, a veces el más brutal, pero también quizás la
manifestación más incomprendida.
Por
eso, es importante estudiar y tratar la delincuencia juvenil de hoy como
posible delincuencia adulta de mañana, para así estar preparados y saber qué
medidas tomar para poder combatir este problema.
Como
su nombre lo dice, la delincuencia juvenil hace referencia a todo lo relacionado con la juventud, llevado a cabo por personas
que no han alcanzado aún la mayoría de edad, evidentemente penal.
La delincuencia juvenil es uno de los problemas criminológicos que
crece cada día más, no solo en nuestro país, sino también en el mundo entero.
Es un fenómeno que se extiende desde las familias ricas o acomodadas hasta las
más pobres, es un problema que se da en todas las capas sociales y en cualquier
rincón de nuestra civilización.
La delincuencia juvenil es un fenómeno social que pone en riesgo
la seguridad pública de la sociedad, y que va en contra de las buenas
costumbres ya establecidas por la sociedad.
Los jóvenes involucrados son ellos mismos víctimas. Si bien es sólo uno de una multitud de problemas identificados y discutidos por mucho tiempo. El problema más grave es que afecta a sus vidas.
Los jóvenes involucrados son ellos mismos víctimas. Si bien es sólo uno de una multitud de problemas identificados y discutidos por mucho tiempo. El problema más grave es que afecta a sus vidas.
Dentro
de la delincuencia juvenil, también pueden estar involucradas las pandillas que
son un grupo de adolescentes o jóvenes que se juntan
para participar en actividades violentas y delictivas. Las pandillas están
constituidas comúnmente entre niños y/o jóvenes de 13 a 20 años.
Se considera que la delincuencia comienza a
los 10, 12, 13 o 14 años de edad, siendo aún muy pequeños y en ocasiones
dependientes de otras personas.
La delincuencia alcanza, su punto máximo
entre los 13 y 15 años de edad; pues, es un periodo en el cual el menor tiende
particularmente a relacionarse y desarrollarse con los otros chicos de su edad.
Pero la delincuencia juvenil, toma un aspecto
mucho más grave cuando los jóvenes forman bandas y pandillas. Se estimulan por
la audiencia tanto más buscada cuanto más esconde un verdadero miedo y tanto más
mantenida cuanto más prestigioso se hace uno de la “pandilla”, atreviéndose a
lo que los demás no se atreven.
La banda de adolescentes o pandillas, sirve a
la vez como lazo social para jóvenes desarrollados y como agente canalizador de
su agresividad hacia los adultos. A semejanza del mundo animal, en la banda
juvenil se da la seguridad de un territorio. La obsesión de la seguridad se
garantiza por la integridad en el territorio y la lealtad respecto al grupo,
que a menudo se convierte en temor.
Cabe recalcar que existe mayor número de
muchachos que de muchachas delincuentes, aunque esta diferencia empieza a
disminuir al final de la adolescencia a causa del incremento de la delincuencia
femenina en dicha etapa, también existe una diferencia entre sexos en función
del tipo y de la gravedad de los delitos cometidos. En las muchachas son más
frecuentes los hurtos menores y la prostitución, mientras que abunda entre los
muchachos la agresión física, los robos, la alteración del orden, entre otros.
Los menores de 13 a 14 años dirigen la
mayoría de sus actos delictivos contra la propiedad; en la adolescencia final,
mayores de 15 años, por el contrario, afectan con más frecuencia a las
personas.
En el medio rural los actos son, en su
mayoría, individuales, en cambio en el medio urbano suelen realizarse en grupo,
respaldos por el apoyo mutuo que encuentran los jóvenes en la banda o pandilla.
Entre
los delitos más frecuentes en los jóvenes, ya sean solos o acompañados, se
encuentran el robo, hurto, violencia, incluida la violación y el vandalismo, el
participar en el crimen organizado, como secuestro, robo de bancos, entre
otros.
Para estas acciones pueden valerse del uso de
cuchillos, armas de fuego e incluso granadas. Lo cual aumenta el riesgo de
muerte y lesiones entre miembros de un grupo delictivo, y también para los que
no están involucrados en esas pandillas. Sin embargo, el uso de la violencia es
crucial para ganar y mantener el poder. La violencia
es un elemento que se encuentra comúnmente en la delincuencia juvenil y es uno
de los factores que influye en los jóvenes para cometer actos ilícitos.
El entorno y juicio social de la
delincuencia juvenil
El estudio de la delincuencia juvenil constituye un tema de actualidad,
pero que ha existido desde ya varios años atrás, no sólo del derecho penal,
sino también de la criminología y de las ciencias conexas.
Pero hay que recordar que la delincuencia es más una categoría legal que una
científica, la rehabilitación o readaptación depende de cada jurisdicción legal
y los castigos también.
La delincuencia juvenil se ubica, la mayoría de las veces, dentro
de un contexto social caracterizado por grupos de jóvenes ubicados dentro de niveles de miseria o
pobreza, desempleo, narcotráfico, concentración urbana, baja escolaridad o
analfabetismo, agresiones sexuales y desintegración familiar. A estos grupos
sociales se les ha negado todos los derechos humanos, tales como el derecho a
la vida, la salud, la educación, la vivienda, en fin, el derecho al desarrollo.
Por ejemplo, en
el grupo nuclear de los delincuentes, sólo 1 de cada 5 no tuvo dificultades en
la escuela por cualquiera de los factores antes mencionados.
La delincuencia juvenil es el resultado de la combinación de
diversos factores de riesgo y respuesta social. Se presenta en toda sociedad,
en donde los antivalores de violencia, agresividad, competencia salvaje,
consumo, se imponen a los valores supremos de la sociedad, como la tolerancia,
la solidaridad, la justicia y el respeto.
Existe
una diferencia entre los delincuentes juveniles y no-delincuentes en relación
con el juicio social. Los delincuentes obviamente tienen un juicio social
inferior a los jóvenes no-delincuentes,
y está ligado en parte con la convivencia donde la relación interpersonal juega
un papel muy importante.
Clasificación
de los delincuentes juveniles
A los jóvenes que hacen uso de acciones
delictivas, ya sea solos o en grupos, pueden clasificarse de la siguiente
manera:
1.
Delincuente
activo
Aquí se
integra al grupo que comete actos legalmente delictivos de cierta importancia.
Normalmente suelen tener entre 15 y 20 años.
En general, constituidos por miembros en los que hay algún o algunos jóvenes con un alto índice de conflictos de personalidad. Es un tipo de grupo que a la larga acabará tendiendo a la delincuencia activa como hábito de conducta normalizada y propia del grupo. Con frecuencia las conexiones y derivaciones de este grupo acaban en la delincuencia adulta organizada. El grupo sólo se mantiene cerrado para algunas acciones, pero en la mayoría de veces requieren normalmente la amplia participación del grupo.
En general, constituidos por miembros en los que hay algún o algunos jóvenes con un alto índice de conflictos de personalidad. Es un tipo de grupo que a la larga acabará tendiendo a la delincuencia activa como hábito de conducta normalizada y propia del grupo. Con frecuencia las conexiones y derivaciones de este grupo acaban en la delincuencia adulta organizada. El grupo sólo se mantiene cerrado para algunas acciones, pero en la mayoría de veces requieren normalmente la amplia participación del grupo.
2.
Disocial paraviolento
Se
distingue del anterior porque estos tipos de delincuentes suelen tener un
comportamiento socialmente agresivo. Se agrupan en pandillas, que constituye en
cierto modo un mecanismo de defensa contra la sociedad adulta, de la que se
siente enormemente distante. A pesar de que este grupo está formado
generalmente por jóvenes con edades comprendidas entre los 14 a 17 años son
fácilmente reconvertibles una vez que se incorporan a la vida laboral, el
problema sucede cuando no hay esa posibilidad y se adentran dentro de otro
mundo.
3.
Joven marginal
Engloba a
los dos sectores sociales anteriores. Suelen ser hijos de inmigrantes y chicos
con fracaso escolar. Son el producto de las crisis de los barrios. Constituye
una especie de “toxicomanía social” destinada a mejorar la visión que la cruel
vida diaria proporciona.
4.
Niños y preadolescentes disóciales y marginales
Este grupo radica en la edad de 6 a 9 años,
su intención se basa en copiar la actuación de niños de más grande edad. Y que
en ocasiones sienten gran apego a la calle, más que a la propia familia.
Personalidad del delincuente
La personalidad que adquiere o se desarrolla
en el joven para llegar a ser un
delincuente, depende en gran medida de:
a. Inmadurez
Es lógico porque a esa edad, no es muy posible
desenvolverse de forma racional en la vida.
b. Vacío de sí mismo
No asumen su propia historia personal. En
ocasiones su pasado lo rechazan. No aprenden de sus errores, aunque el presente
es vivir aquí y ahora. No tienen muchas expectativas en la vida.
Comportamiento contradictorio: Chicos muy
metidos en su vida, y no se paran a analizarla. Tienen una sorprendente
capacidad de adaptación.
c. Inseguridad
Desconfianza con respecto a las demás
personas que no encajen en su mismo tipo de vida.
Causas de la delincuencia juvenil
Para comprender un acto de delincuencia
y buscar las medidas necesarias para reducir lo más que se pueda el problema,
primero hay que conocer la historia del individuo y todo lo que hay detrás de
él, que hizo que se comportara de cierta forma, su historia y todos esos
aspectos que conforman su personalidad.
Las ciencias como la psicología,
psiquiatría y sociología, que estudian los comportamientos humanos han aportado
distintos datos para una mejor explicación sobre la delincuencia.
Existen diversos factores que conducen a
la delincuencia, ya sea endógenos, que
son los psicológicos, y exógenos, de forma física y socio-cultural.
También
podemos explicar la delincuencia no solo a partir de aprendizajes no adecuados
si no de los esperados.
Antes
hay que recordar de igual forma, que la familia juega un
papel relevante en el proceso de socialización de los jóvenes, influyendo en
gran medida en su futuro comportamiento, y por lo tanto en su desarrollo. Sin
embargo, existen más aspectos que influyen también de manera importante en la
vida de los jóvenes.
Entre
las causas o factores que conllevan a la actividad delictiva en jóvenes podemos
mencionar las más importantes:
- La familia no completa es un factor de gran importancia, que
algunos autores han defendido como paso para prevenir la delincuencia, pero ha
dejado de ser importante por el hecho, de que una familia completa puede estar
destruida en su interior y, por otro lado puede darse también el caso inverso
de familias incompletas, que a pesar de ello, ofrecen buenas condiciones para
un desarrollo sano. Pero a pesar de esto, no se descarta la idea de que pueda
ser un factor de riesgo.
- Familia con dificultades en los procesos de identificación, el que
los padres asuman plenamente sus papeles es una cosa normal, pero en muchas
familias el joven al llegar a la adolescencia su vida cambia, y si el padre o
la madre no tiene un carácter apacible o es excesivamente inimitable pueden
tener consecuencias.
-
La familia con fracasos y
falta de bases educativas, hace que el joven no sienta afición por la
formación, también está la familia con nivel educativo bajo que espera que sus
hijos alcancen lo que ellos no pudieron conseguir.
-
La severidad excesiva
demuestra que cuando los padres son muy exigentes o estropean al niño a fuerza
de quererlo hacer perfecto, hacen nacer la rebeldía, en vez de favorecer la
honradez. Y así vemos a estas víctimas de la disciplina fría o brutal como
aprovechan la primera ocasión favorable para liberarse de toda tutela y hacer
lo que les da la gana.
-Hay padres demasiados débiles. La disciplina personal, especialmente el poder de retenerse, de actuar o de privarse de una cosa deseada pero que no se puede tener, debe ser inculcado al niño en el curso de los primeros años de su existencia.
-Hay padres demasiados débiles. La disciplina personal, especialmente el poder de retenerse, de actuar o de privarse de una cosa deseada pero que no se puede tener, debe ser inculcado al niño en el curso de los primeros años de su existencia.
-
El niño que ve a su padre y
a su madre disputar entre sí, juzga la sociedad en su conjunto sobre el mismo
modelo, y llega a creer que él también debe defender violentamente su punto de
vista si no quiere ser aplastado.
-
Puede suceder que aunque la
familia está relativamente unida, las ocupaciones de los padres dejan a los
niños muchos ratos libres, y una libertad que en ocasiones se vuelve libertinaje.
-
Los modelos sociales, a
veces presentados en la misma familia, constituyen así mismo otra importante
fuente de la delincuencia juvenil. No hay que olvidar lo susceptibles que son
los jóvenes a la imitación y a la influencia que está puede ejercer como método
de afirmación personal.
- La falta de apoyo familiar
- Poca confianza y comunicación dentro de
la familia.
- La violencia intrafamiliar
-
La influencia del medio en
el desarrollo de la delincuencia juvenil es también muy importante, los niños colocados
en un medio muy pobre o que viven en condiciones difíciles están fuertemente
tentados de descifrar su existencia por el robo.
- El fácil acceso a armas de fuego,
alcohol o consumo de drogas
- Las tensiones provocadas por la
acumulación de la escasez
- La falta de actividades recreativas
- La falta de servicios básicos
- Factores que promueven la violencia,
tales como la ausencia de mecanismos para el conflicto resolución
- La escuela
aparece como un factor determinante en la correcta educación y socialización de
los jóvenes, aunque en algunos casos el fracaso escolar o un temprano abandono
escolar opera en sentido contrario como un facilitador de la delincuencia
- El grupo de amigos es importante en el desarrollo psicosocial al ofrecer a los
adolescentes un sentido de pertenencia, un soporte emocional y normas de
comportamiento, por lo tanto también es muy influyente.
- Desórdenes internos como nerviosismo,
preocupación o ansiedad; problemas psicológicos como hiperactividad, problemas
o dificultades de concentración. Estos problemas, trastornos o carencias
de la personalidad pueden influir en el adecuado desarrollo de la personalidad
de los jóvenes, creando niños y jóvenes inmaduros, egocéntricos, impulsivos o
agresivos, comportamientos asociados a la delincuencia juvenil.
- La desadaptación social, que surge al no
sentirnos identificados y cómodos con el grupo, que además produce un
aprendizaje inadecuado, también influye sobre la delincuencia
Posibles soluciones para la delincuencia
juvenil
La
multiplicidad de causas presentadas significa que también se pueden identificar
una amplia gama de soluciones. Las soluciones a la delincuencia son, como es
lógico, muy relacionada con sus causas percibidas:
- En el ámbito social, una de las posibles
soluciones está en asesorar psicológicamente a la familia en relación con los
cambios emocionales de los hijos y el rol que la educación tiene en ellos, Esta
es, principalmente importante en el desarrollo moral e intelectual de la
juventud.
- Por otro lado, puede brindarse apoyo
institucional a través de centros de rehabilitación estatales que apliquen un
reglamento basado en normas de conducta, control de sus actos y motivación.
- De la misma forma, el trabajo
comunitario brindaría apoyo social y económico a los jóvenes que más lo
necesitan, ya que como vimos, muchas veces la necesidad es un factor de la
delincuencia.
- También una manera saludable de
rehabilitación es el deporte, ya que brinda un desarrollo físico y emocional.
Las
soluciones propuestas pueden dividirse
entre aquellos que involucran a personas
informales como el apoyo de familiares, amigos y otros miembros de la
comunidad; y los de apoyo formal a través de las fuerzas de seguridad del
Estado, organizaciones gubernamentales o instituciones religiosas. Sin embargo,
una estricta distinción entre la acción formal e informal no siempre es
posible, ya que muchas de las intervenciones formales implican también la participación, la reflexión y la acción en
la comunidad y la familia.
Muchas
soluciones informales propuestas incluyen una mayor comunicación dentro de la
familia, para mejorar su capacidad de apoyo y comprensión, y dentro de la
comunidad, para fomentar la unidad y el respeto entre los miembros.
Diversas
asociaciones formales pueden ser
instrumentos tanto en la
prevención y la rehabilitación. La función de las organizaciones juveniles es a
la vez ofrecer orientación, proporcionar un grupo social alternativo.
Se
identifica con mayor frecuencia las organizaciones para los jóvenes como la
solución más eficaz dentro de las soluciones formales. Aunque la prevención de
parte de todos es la más eficaz a largo plazo.
Hay
que reconocer que la sociedad está en la capacidad de ayudar a los jóvenes con
esta problemática, solo hace falta las ganas de querer intentarlo.
La delincuencia en el estado de Campeche
comparado con otros estados del país
Los
hechos delictivos se acrecientan más en nuestra entidad, para algunas autoridades
policiacas el crecimiento del índice delictivo en nuestra “tranquila” ciudad de
Campeche, no es preocupante si la comparamos con otras entidades de la
Península y del resto del país, como la zona centro de México
que tiene los niveles más altos de denuncias por secuestros, según el ICES
México Unido Contra la Delincuencia cree que los operativos contra el narco han
ayudado a elevar los factores de la
delincuencia.
Tres estados del centro del país, incluido el
Distrito Federal, son las entidades con el mayor número de denuncias ante el
Ministerio Público por distintos tipos de delitos, según las estadísticas más
recientes del Instituto Ciudadano de Estudios
Sobre la Inseguridad (ICESI).
Entidad
|
Total
|
Tlaxcala
|
270
|
Distrito Federal
|
92
|
Estado de México
|
42
|
Baja California
|
38
|
Guerrero
|
21
|
Tamaulipas
|
18
|
Michoacán
|
16
|
Morelos
|
13
|
Puebla
|
9
|
Sinaloa
|
9
|
República Mexicana
|
601
|
Fuente: Sistema Nacional de Seguridad Pública y CONAPO
|
Y aunque hay mucha razón en esa aseveración, lo cierto es
que no por el hecho de que las estadísticas no sean alarmantes en el estado las
autoridades competentes van a seguir durmiéndose en sus laureles.
México
Unido Contra la Delincuencia denuncia que los gobernadores de cada estado deben tomar cartas en el asunto de los
secuestros.
Si bien las autoridades federales mexicanas están
librando una lucha contra el crimen organizado, principalmente con el
narcotráfico, en las principales ciudades del país se libra otra batalla contra
los secuestradores.
Hasta
hace algunos años era muy remoto que las autoridades policiacas detuvieran a
vendedores o consumidores de cocaína y coincidentemente el índice delictivo de
robos a casas habitación y negocios era también mínimo.
Sin
embargo, el crecimiento de la ciudad y la llegada de gente de fuera, generaron
que la venta de droga siente sus reales en todos los municipios de la entidad:
las detenciones y decomisos de pequeñas cantidades de cocaína o cualquier otra
droga así lo confirman.
El
narcomenudeo sentó sus bases en todas las colonias de la ciudad y a pesar de
que ciudadanos responsables han denunciado a quienes se dedican a la ilícita
actividad, muy poco han hecho las autoridades encargadas de investigar y detener
a los responsables
La
venta de drogas genero otros fenómenos sociales que hoy nos afectan a todos los
campechanos, pues los que por desgracia cayeron en el vicio se convirtieron en
parte de la delincuencia organizada.
Los
ciudadanos no debemos de atenernos del labor que puedan hacer las autoridades
encargadas, también debemos de poner de nuestra parte en la prevención de los
delitos, adoptando las medidas y consejos de seguridad recomendadas, asegurando
las viviendas, los vehículos o reportando a cualquier sospechoso.
La delincuencia en el contexto actual
Vemos un gran cambio en la forma de tratar la
información de los hechos violentos; antes se daba cuenta a detalle y de manera
específica lo que sucedía, los delincuentes capturados y las acciones para
lograrlo, ahora pasamos a la evasión y al silencio.
El gobierno
ya no trata el tema de la inseguridad y delincuencia como el eje prioritario de
sus acciones, y en esa medida, la información y la narrativa gubernamental
destaca otros temas, informa parcialidades y omite los detalles, con lo que ha
logrado desviar la atención hacia otros tipos de asuntos.
Ahora los detenidos por la autoridad ya no son
expuestos a los medios de comunicación; los capos, sicarios, lugartenientes,
operadores han sido borrados de la narrativa gubernamental, estrategia que es
un derecho de la autoridad, pero que de fondo no resuelve la problemática. Ojalá
que por el hecho de no hablar de estos temas y no referirse a los actos
delincuenciales, éstos desaparecieran como por arte de magia, desgraciadamente
la realidad no es así, y la delincuencia
sigue siendo real y afectando hasta estos días.
Hasta ahora el gobierno ha ganado la batalla
mediática logrando que se hable poco del tema, ahora necesita ganarle a la delincuencia y devolvernos la paz y la
tranquilidad que los todos merecemos y necesitamos.
La estrategia de combate a la delincuencia organizada implementada
por el gobierno federal no ha dado resultados, una gran cantidad de muertos,
ejecutados, bloqueos carreteros, incremento de secuestros, la creación de
policías ciudadanas, comunitarias o grupos de autodefensa dan cuenta clara y
fidedigna de que la obligación del Estado mexicano en sus diversos órdenes de
gobierno, no ha logrado establecer la paz y tranquilidad que da vivir en un
lugar seguro.
Es increíble, que en nuestro país, como en otros,
difícilmente se pueda andar caminando sin miedo a que te asalten o hasta que te
maten; no importa la hora puede ser mañana, tarde o noche, ni el día, ni
siquiera la causa. Ha aumentado increíblemente, los secuestros, asaltos y asesinatos.
Ni en la propia casa se puede estar tranquilo, porque es cuestión de minutos en
que un ladrón se mete en la casa, haya o no haya nadie, eso no importa.
Pero la obligación de combatir la delincuencia no
le corresponde exclusivamente al gobierno, nos toca a todos en general asumir
la responsabilidad de ayudar con esta problemática.
Se deben tomar medidas urgentes pero que funcionen
para que esto no continúe así, porque vivir con miedo todo el tiempo no es
vivir.
Conclusiones
Para terminar este trabajo, hay que mencionar que
la delincuencia, ya sea juvenil, adulta u organizada, es un problema que afecta
a todos por igual, y que sus soluciones y medidas preventivas, es algo que no
solo le corresponde al gobierno sino a todos en general.
Por ejemplo sería muy difícil evitar la
delincuencia en los jóvenes, si en nuestras familias no orientamos a los niños
y adolescentes sobre las cosas que están bien y las cosas que están mal y así
no caigan en malas amistades que las involucren en ciertos actos delictivos,
porque hay que recordar que el primer grupo al que pertenece un ser humano es la familia y es desde ahí donde
se empieza la educación.
Pero esta no sería la única causa, así como estas
existen muchos más, por eso es importante estar informados y conocer más a
fondo la situación de este problema social, para poder buscar si es posible a
cada causa una solución.
Los aspectos que se mencionaron en este trabajo son
importantes para conocer sobre la delincuencia, pero más específicamente sobre
la delincuencia juvenil, que si no es el primer tipo por donde pasaron los
grandes delincuentes, si es una de las principales.
Referencias
Elías, Rodolfo; Mojica, , María; Pardo,
, Álvaro; Scappini, , Lourdes. (1988). Delincuencia juvenil y juicio social.
Revista Latinoamericana de Psicología, 217-224.
Jiménez Ornelas, René Alejandro. (2005).
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Enero-Marzo, 215-261.
Soto Navarro, Susana. (2005). La
delincuencia en la agenda mediática. Reis. Revista Española de Investigaciones
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Coronado, David. (2006). ¿Realmente
sabemos lo que hacemos cuando creemos combatir la delincuencia?. Territorios,
Agosto-Diciembre, 33-52.
Revista Borromeo N° 4 - Año 2013 http://borromeo.kennedy.edu.ar
revistaborromeo@kennedy.edu.ar ISSN 1852-5704
Título:
La delincuencia aún sigue aquí: dispersa en el territorio nacional
Tipo de
documento: Article
Copyright
: COPYRIGHT 2013 Editorial Cruzada, S.A. DE C.V.
Santisteban,
Eduardo. "¡2000, año de Campeche!" Siempre! 24 Aug. 2000: 93. Informe Académico. Web. 29 Sept. 2013.
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http://go.galegroup.com/ps/i.do?id=GALE%7CA65277196&v=2.1&u=uacam1&it=r&p=GPS&sw=w&asid=58202680c8bce574cda6b48efe5f3cc3
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