LA VIOLENCIA
Y LOS NIÑOS
FACULTAD DE HUMANIDADES
Por: Br. Eddy
Omar Cardeñas Torres
1ero.
Licenciatura en Psicología
UNIVERSIDAD
AUTONOMA DE CAMPECHE
REF:
ACT12_PSICOA
Introducción:
Hablaremos
de las conductas violentas asea los niños y como estos tienden a imitarlas,
también sabremos los factores de riesgos que pueden poner en peligro el
desarrollo mental y social de los niños en las áreas en las que se desempeña,
conoceremos cual y como formar aun ambiente sano y confortable en el que el
niño se sienta libre de violencia, seremos capaces de comprender la gravedad
del asunto y que es algo que se vive todos los días.
Se
espera que sea de utilidad para alguna investigación escolar y también que
produzca a la vez conciencia del peligro que existe dentro del entorno
infantil.
La
violencia no es un juego por lo que no debe tratare como tal y ser tocado con
total discreción.
Desarrollo:
Siempre
hemos escuchado en cada sexenio que los niños son el futuro de nuestro país, ya
que en los últimos años el número de nacimientos ha incrementado, los datos que
nos proporciona el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) nos
serán muy útiles para hablar sobre la magnitud de riesgo.
En
toda la república mexicana contamos con un aproximado 112,336,538 habitantes,
de cada 1000 habitantes el 18.9% son infantes, podemos decir que un estimado de
la población de niños en los últimos 3 años es de 21,575,859 esta cantidad es
dada según la edad de 0 a 9 años sin contar edades de 10 a 14 años estaríamos
hablando de 10,939,937 habitantes más que sumar a la cifra anterior. Con eso
podemos entender que la población infantil es considerable, estas cifras son
importantes destacarlas pues en los últimos años ha aumentado el índice de
maltrato infantil y violencia escolar comúnmente llamado bullying. Para hablar de las conductas violentas presentadas en los
niños tenemos primero que hablar sobre que es en si la violencia y cuáles son
los factores violentos a los que ellos están ligados.
La
violencia son aquellas conductas agresivas que pone en riesgo la salud de la
persona, ya sea quien la realice o el que la reciba, podemos decir que los
maltratos pueden ser físicos, psicológicos, sexuales son conductas violentas o
agresivas, que no surge por si solas sino que es necesario de un ambiente en
mal estado para que estas surjan como consecuencia.
Dentro
del núcleo familiar los niños pueden estar sujetos a distintas practicas
disciplinarias impuestas por los padres, estas prácticas suelen tener un cierto
grado de violencia al otorgar castigos físicos y agresiones verbales al no
obtener el resultado deseado, estas prácticas eran usadas comúnmente por nuestros antepasados y adoptadas por los
padres, actualmente sabemos que no es necesario aplicar un castigo físico a un
infante para que este tenga un buen aprendizaje, basta saber cuál es su mejor
vía de aprendizaje.
A
continuación se mostrara algunos tipos de maltratos:
Maltrato
físico: son aquellas que atentan contra la integridad física ejemplo de este
tipo de maltrato es: dar bofetadas, puñetazos, puntapiés, golpes en la cabeza
(“zapes”), pellizcos, manazo.
Maltrato
psicológico o emocional: son todas las frases o palabras altisonantes que
tengan como finalidad ofender, ejemplo de estas son: culpar, ofender, excluir,
etiquetar, amenazar, discriminar, intimidar, menospreciar, humillar, comparar,
descalificar, manipular, chantajear o exhibir al menor. También constituye
maltrato psicológico utilizar sarcasmos al tratar al menor, referirse a él con groserías.
Negligencia:
es la omisión de cumplimiento de las obligaciones que los padres tienen con los
niños, ejemplo de estos son: omitir la vigilancia, ignorar las quejas de los
niños, ignorar la ayuda pedida por los niños.
Todas
estas acciones son realizadas por los padres con el pretexto de que sus hijos
mejoren su educación, pero estas acciones no son las únicas que repercuten en
una conducta violenta en el niño, ¿Qué pasa cuando los padres discuten? O lo
peor de todo ¿Qué pasa cuando los niños ven las discusiones? En pocas palabras
¿Qué pasa cuando los niños están creciendo dentro de un ambiente violento
familiar?
En
la niñez se lleva a cabo el desarrollo cognoscitivo en donde el aprendizaje y
la retención de información es muy grande, si el niño crese en un ambiente
violento, lo relaciona a una conducta aceptable, pues es una manera fácil de
escapar de problemas, de ser aceptado, de obtener lo que quiere. En este caso
el niño pierde el interés por las emociones afectivas, tiene baja autoestima,
se deprime con facilidad, tiene bajo rendimiento escolar y por último la
conducta violenta recae en él, pues fue lo único que aprendió en su familia, se
vuelve una persona violenta, alza la voz, somete a otras personas a golpes,
pierde la paciencia con frecuencia, tiene baja tolerancia a la frustración y en
el peor de los casos cae en una conducta llamada “Conducta delictiva” en esta
fase se vuelve un peligro para si mismo y para la sociedad. La conducta
delictiva recae en la violación de las leyes o normas impuestas por la ciudad
en la que habita la persona violenta, es peligroso puesto que el grado de
violencia sobrepasa su entorno cometiendo actos violentos y delictivos.
Como
antes mencionado son varios factores que llevan a un niño a tener una conducta
violenta, otro de estos factores es el ambiente escolar, cuando el ambiente
escolar está en mal estado y los maestros no cumplen sus obligaciones
correctamente, perjudican el entorno en el que se desenvuelven los niños. Así
como la violencia se encuentra en el
hogar también está en los centros educativos públicos y privados y en algunos
casos varían los tipos de violencia que ahí reciben, como parte de estos
maltratos se pueden mencionar los siguientes:
golpear
al estudiante con algún objeto, incitarlo a golpear a otro, jalarle los
cabellos u orejas, obligarlo a realizar ejercicios físicos exhaustivos y sin
motivo, sacarlo del salón, sentarlo a la fuerza, gritarle de manera
intempestiva, no dejarlo ir al baño, amarrarlo a un objeto, dejarlo sin recreo,
jalarlo de la ropa, o bien, jalar sus útiles escolares, encerrarlo en salones o
bodegas, así como dejarlo parado en el patio, en el salón o en la dirección.
Todos
estos ejemplos son tipos de maltrato físico que en la actualidad siguen
aplicando algunas escuelas, aunque estas prácticas ya no están permitidas por
las leyes y los derechos infantiles algunas de estas prácticas se siguen
implementando, pero en el entorno escolar este tipo de maltratos no solo es el
único sino al igual que en el hogar también nos enfrentamos al maltrato
psicológico tales como: gritarles, ridiculizarlos en frente de todos, ponerle
letreros ridículos, hacer que los demás niños lo lastimen. Las escuelas por ser
un servicio prestado por el gobierno también cae en las negligencias, en estos
casos son aquellas que ponen en riesgo la salud física y mental y social del
niño al ser expuesto a ellas; unos ejemplos de las negligencias por parte de
los educadores son las siguientes:
La
negligencia es la omisión de la responsabilidad de los educadores como: el
omitir la vigilancia de los alumnos durante su estancia en la escuela, el
prolongar los periodos de recreo sin vigilancia, el observar agresiones entre
los educandos sin intervenir, el ignorar las quejas y peticiones de los
menores, o bien de los padres, así como el omitir información pertinente de los
hechos ocurridos en el plantel en el transcurso de algún proceso de
investigación.
Los
centros educativos son de mayor riesgo, pues es ahí donde el niño se desarrolla
abiertamente con otros niños si la supervisión de un adulto. Los niños se
comunican entre si, juegan y en ocasiones muy rudo, cuando esta conducta
violenta prevalece en los niños y hay algún afectado se le conoce como bullying.
Otro
factor violento que afecta el comportamiento de los niños es el entorno social,
es decir los lugares en los que se desenvuelven los niños, sus parques, su
colonia, su ciudad y su país, como antes mencionado si el niño vive en un
ambiente violento en el que a cada momento hay noticias de acontecimientos con
cierto grado de violencia, el niño empezara a ver esos sucesos como algo normal
y común, otro factor para este cambio de conducta son los maltrato sexual, ya
sea acoso, abuso sexual, violación, son conductas violentas que atentan con la
integridad física, psicológica y
emocional del niño, dejándolos en algunos casos con un trauma de por
vida, para ello la importancia de una atención temprana de un tratamiento psicológico.
Todos
los factores antes mencionados son considerados ambientes violentos que ponen
en riesgo la salud física y mental, los infantes son los que corren mayor
riesgo pues están en una etapa de desarrollo que es aprendida como una práctica
común e implementada en su vida diaria, lo cual lo convierte en un niño
violento.
Entonces
¿Cómo pasa de ser un niño con alto rendimiento escolar, bien portado, a un niño
desinteresado en el estudio con conducta violenta? Bueno anteriormente hemos
estado hablando de los factores que influyen en la conducta negativa de los
niños, ahora le explicaremos el proceso que lleva y cuáles son las conductas
que presenta un niño afectado.
Los
niños son unas “pequeñas criaturas” que apenas están descubriendo el mundo, y
llegar a él en un entorno violento es desconcertante. En la etapa infantil se
les tiene que dar mucho afecto, pues esto los formara a futuro con un carácter
sociable, pero si se les es tratado con violencia, a futuro el niño tendrá un
al desarrollo. En la mayoría de los casos reportados de niños con maltrato, los
niños suelen presentar la misma conducta, aunque en ocasiones tiene variaciones
muy pequeñas.
Una
conducta violenta asea un menor tiene varias consecuencias negativas, entre
ellas es que el niño retome la conducta violenta y la haga suya, pero para
llegar a esa conducta pasa por otras más que son igual de riesgo para su vida y
su salud.
Por
ejemplo, cuando el niño se encuentra en un entorno violento, suele entrar un
cuadro de depresión, en esta etapa muy peligrosa, el chico empieza a hacerse
cuestionamientos, como por ejemplo; ¿Por qué
solo a mi?, ¿Qué hice mal ahora?, ¿será que de verdad lo merezco? En
pocas palabras su autoestima empieza a ser dañada desde pequeños, y hacerlos
pensar que si algo no está bien, recibes un castigo.
Esto
lo lleva a que cualquier persona tiene un valor menor por realizar una mala
acción, que amerita un castigo físico o psicológico. Durante la depresión
surgen ideas suicidas, y suelen autocastigarse, es decir, que ellos mismos
empiezan adquirir conductas violentas asea si mismos, castigándose por aquello
que piensan que se hizo mal. Es ahí entonces cuando tiene falta de apetito,
bajo rendimiento escolar, desinterés por lo que antes le gustaba, y en
ocasiones buscan maneras desesperadas de ser aceptados.
Es
de ahí de donde se deriva el acoso escolar, o comúnmente llamado “bullying” el acoso escolar comienza en
la familia pues si el niño crese en un ambiente familiar violento se vuelve un
niño con conductas violentas. Aunque el acosador escolar no tiene por qué
padecer ninguna enfermedad mental o trastorno de la personalidad grave, presenta
normalmente algún tipo de psicopatología.
Fundamentalmente, presenta ausencia de empatía y algún tipo de distorsión cognitiva.
La
carencia de empatía explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado
y ser insensible al sufrimiento de este, también debemos recalcar que el acoso
escolar se sujeta del morbo pues debe tener público para que el acosador este
satisfecho de lo que hace, esto puede ser para ser aceptado en grupos, pues por
lo general el acosador tiene seguidores quienes los imitan o colaboran con las
acciones negativas que realiza.
La
negligencia escolar es otro factor que contribuye a esta conducta negativa
violenta, el personal docente encargado del cuidado y educación de los niños,
en ocasiones hacen caso omiso de las peticiones de ayuda que los niño les
hacen, lo que ocasiona que los niños efectúen el acoso con libertad y sin temor
a ser reprendidos. Por otra parte la conducta del Trastorno Negativista
Desafiante no permite que la llamadas de atención que los maestros les hacen a
los niños tengan efectos en ellos, ese comportamiento es el resultado de la
conductas negativas violentas que existen en el entorno de formación del niño,
por lo tanto si el comportamiento violento no se presenta en la infancia es muy
probable que los trastornos negativos no existan en la conducta que
posteriormente se formara en el niño.
Por
eso es importante conocer los factores violentos que perjudican el desarrollo
de los niños, pues según todo lo anterior mencionado es un conjunto de lo que
el menor vive día con día y sin darse cuenta lo incorpora a su conducta.
Otra
conducta adoptada por los niños como consecuencia de vivir en un ambiente
violento es el Trastorno de Definid de Atención con Hiperactividad (TDAH),
Trastorno Negativista Desafiante (TND) y si la agresividad es extrema, puede
desarrollar los Trastornos Disociales. Todos estos trastornos son resultado del
maltrato y el entorno violento en el que se desenvuelven los niños, los niños
tienden a tener comportamientos de timidez, no respeta la autoridad y agrede a
sus semejantes, tiende a tener comportamiento destructivos y autodestructivos.
En
estos casos si el niño presenta algunos síntomas, se sugiere que se canalice al
niño a un centro psicológico donde puedan tratar su enfermedad, pero si este
problema sabemos es derivado de otra causa, sería una mejor idea atacar la
primera causa de esta, en pocas palabras si somos parte de un ambiente violento
dentro de nuestra familia, podemos hacer un cambio para inhibir la violencia
que se vive en ese entorno y evitar algún problema de conducta en los niños,
tanto hijos como padres se deben poner de acuerdo para las normas que se deben
acatar, para que dentro de la familia no haya violencia, también los padres
deben buscar formas menos violentas para educar a sus hijos, menos insultos,
menos golpes, menos gritos, esto ayudara
a que el niño se desarrolle en un ambiente menos violento y tenga una
mejor salud física y mental, sin
mencionar que podrá tener una mejor relación social a corto y largo plazo.
Como
antes mencionado el entorno familiar no es el único que tiene peso en el desarrollo del niño, sino
también en el entorno escolar, ya que hemos mencionado los factores violentos
que perjudican la conducta infantil dentro de la escuela, podemos mencionar las
acciones que deberíamos tomar para evitar formar al niño violento y evitar
problemas a largo plazo.
Los
niños son seres en desarrollo físico y mental, por lo que hay que cuidarlo en
todos los aspectos, darles un aprendizaje y una educación correcta y sana para
que se desarrolle en un entorno libre de violencia, esto favorecerá a su aprendizaje,
su conducta, y la manera en que se desenvolverá en su entorno familiar, escolar
y social.
Existen maneras en las que el
aprendizaje y la educación pueden ser más provechosas, si cambiamos la manera
de educar de una manera violenta como golpear, insultar o gritar, a otra más sana libre de violencia como
gratificaciones por cada respuesta correcta, frases alentadoras, contacto
físico que de muestra de afecto, podemos tener resultados favorables,
motivacionando la educación y fomentando el estudio d una manera más dinámica,
alegre, afectiva, condicional y por su puesto menos violento.
Esto liberara al niño de tensiones,
preocupaciones, estrés, que lo perjudiquen y obstaculicen su desempeño escolar,
relaciones sociales y familiares, al cambiar el entorno violento a un entorno
más favorable y sano para la educación de los niños, producirá un efecto
positivo y un mayor rendimiento al momento que se retome las horas de estudio.
Para cambiar el entorno en el que el
niño se desenvuelve, hay que tomar en cuenta los factores de riesgo antes
mencionados, pues cada uno de ellos recae en la conducta negativa, los padre,
por ser la figura de mayor autoridad en el grupo primario para los niños, es
decir por ser los responsables de la familia, son ellos los que tienen que
cambiar el entorno en el que este se desempeña, ¿De qué manera pueden hacer ese
cambio? Bueno pues no tiene que ser un cambio tan drástico ni tan lento ya que
es de suma importancia el bienestar físico y emocional del niño, cambiando en
primer lugar el entorno familiar, si este debiera ser cambiado, pues no es el
único que afecta, pero si es el que hace más daño y es un daño que ocurre sin
que los padres se den cuenta, ya que en este entorno los lazos son más fuertes
por lo que están más ligado a imitar ciertas acciones violenta que bien se
pueden evitar.
Un ejemplo de estas acciones es la
discusión entre padres, es muy común, el problema radica cuando las discusiones
son presenciadas por los niños, pues ven conductas violentas por parte de las
dos personas, estas al ser las de mayor autoridad son tomadas, por lo que se
sugieren no hacerlo frente al niño o bien llegar a un acuerdo por medio del
dialogo de una manera más pacífica sin violencia explícita. Otra conducta que
debemos evitar es cuando educan a los niños de una manera violenta, por medio
de golpes, gritos, regaños, insultos, castigo físicos, lo único que se obtiene
con esta conducta agresiva y violenta es que el niño aprenda a temerle al
estudio, a la educación y al
aprendizaje, pues estará condicionado a que el estudio es sinónimo de gritos y
otro tipo de humillaciones, por lo tanto cambiar este acto por uno más sano,
como por ejemplo, antes se mencionó, gratificaciones, contacto afectivo,
palabras de aliento y motivacionales, que le indiquen al niño que el estudio es
positivo, bueno y divertido, esto producirá un mayor aprovechamiento y el niño
no desencadenara otra conductas violentas, sino al contrario a futuro se
formara como mejor persona, tendrá gusto
por el aprendizaje y esta acción la repetirá con su descendencia.
Debemos tomar en cuenta también que
aunque las bases de la conducta radica en la familia, también es importante el
entorno escolar, pues este es el segundo lugar en donde pasa más tiempo el niño, aprende y se relaciona con los
demás, ya sean compañeros, maestros, y otras personas que trabajan en esas
instituciones, esto quiere decir que el niño debe tomar una postura diferente
con cada persona con quien se relacione, la escuela es un lugar tanto bueno
como malo, es verdad que es un lugar rico en conocimiento y que nos forma como
personas preparadas para un buen futuro laboral, pero en la etapa de la niñez
la educación en las escuelas primarias y secundarias se vive un ambiente sin
restricciones excepto en el salón de clases, antes mencionamos que los sistemas
escolares tienen una muy grande falla y es la negligencia por parte de los
educadores, si bien los maestros nos enseñan nuevos conocimientos también
algunos aplican castigos, actualmente los castigos físicos están prohibidos y
penados por la ley dentro de los derechos infantiles de la constitución
política de México, aun con esto los maestros siguen humillando y ridiculizando
a los alumnos con sus demás compañeros, lo que provocará un efecto negativo en
los niños como, miedo a la sociedad, baja autoestima, inseguridad de si mismo,
y otras conductas negativas, por esa razón la responsabilidad de los padres no
debe terminar cuando el niño cruza la puerta de su casa para llegar a la
escuela, los padres deben ser responsables acudiendo a las escuelas preguntando
de los avances que ha tenido el niño, que problemas se observan en él, si es
acosado o no, en pocas palabras mostrar interés en las actividades que los
niños realizan en el plantel y de esa manera mantendrá alerta a los profesores
por si algo llegase a pasar con el niño que perjudique su desarrollo.
Otro factor es el acoso escolar el bullying, pues en esta práctica es
ignorada por los profesores y hacen caso omiso de las advertencias de los
niños, lo que ocasiona que esta acción se ejecute sin temor a ser reprendidos,
pero el punto no es castigar a los niños con conductas agresivas o conductas
negativas destructivas, el punto es hacerle notar que las acciones realizadas
tienen consecuencias peligrosas para otras personas y en ocasiones para si
mismo, así como prestarle mayor atención al niño afectado pues en la mayoría de
los casos muestra síntomas y no son notados por los padres.
Un niño que es acosado en la escuela
muestra varios síntomas que si prestamos atención pueden ser detectados, como
por ejemplo: no tiene ganas de ir a la escuela, en ocasiones el niño tiene
tanto miedo de ir a la escuela que inventa escusas para no asistir a clases,
como “me siento mal, hoy no va a ir la maestra, salgo temprano y no tiene caso
ir” son indicios de que algo anda mal, otra cosa es que el rendimiento escolar
disminuye, en estos casos el rendimiento escolar cae en picada pues el niño ya
no se logra enfocar bien en sus estudios para saber que pasara el día
siguiente, cae en una fase de estrés donde la preocupación no le permite
concentrarse, otro síntoma es la depresión y la baja autoestima, se encuentra
decaído no le dan ganas de realizar sus
actividades que anteriormente eran de su agrado, se expone a riesgos
como si su vida no valiera, finalmente si la violencia escolar continua se
vuelve una persona violenta, agredera a sus compañeros, responderá a sus mayores,
esto comenzara para pertenecer a un grupo o ser aceptado entre sus compañeros.
Por eso es importante que los padres
presten especial atención a los detalles y no dejen pasar las advertencias que
los niños les exponen, pueden evitar alguna conducta violenta que posiblemente
adquiera si esta agresión continua, hablar con los maestros, con los padres y
hasta con sus hijos pueden ser las pequeñas cosas que libren al niño de una
conducta negativa, desafiante y destructiva.
El ambiente escolar de un niño es un
lugar en el que el niño es libre de expresarse pero a veces la manera no es la
correcta por eso las bases de una buena educación y conducta deben ser formadas
en el hogar con un ambiente sano y libre de violencia, pero un ambiente aun más
difícil de controlar es su entorno social.
Hoy en día estamos bombardeados de
información de todos los lugares del mundo, los gobiernos comete injusticias y
el pueblo está en desacuerdo por lo tanto la gente se levanta para expresar su
desacuerdo, muchas escenas violentas pasan a cada segundo en la televisión,
noticias, películas, tragedias, hasta caricaturas animadas donde golpear con un
palo a tu compañero es algo gracioso, son todas las imágenes que son captadas
por los niños a través de la televisión, los niños están a cada momento en
contacto con la televisión, y es algo que no podemos evitar, al igual que en la
televisión el niño está expuesto a acontecimientos violentos que ocurren ya sea
en su calle, en su colonia, en su ciudad y hasta en su país, estar expuesto a
estos actos nos hacen verlos como algo cotidiano y pasa de ser algo delicado a
ser algo monótono sin importancia, por lo cual incita a imitarlos pues al fin y
al cabo dirían “todos lo hacen ¿Por qué yo no?”, el peor del caso es que el
sistema de justicia Mexicano no es muy eficaz por lo tanto tenemos la idea de
que no existe la justicia y no habrá consecuencia de nuestras acciones, es por
eso precisamente que a los jóvenes deben
saber la realidad de los hechos para que la realidad del mundo no los
sorprenda, debemos hacerles saber que cada acción negativa de carácter violento
tiene una consecuencia, en este caso un castigo impuesto por la ley y que a la
única persona que hace mal es a si mismo, a esta conducta negativa se le conoce
como “conducta delictiva” y pone en riesgo la integridad del público y de quien
la realiza, por lo tanto recalcando lo antes mencionado en todo ámbito en el
que el niño se desenvuelve corre riesgo de tener contacto con la violencia, por
lo tanto enseñarlos y darles las bases desde el hogar es lo más adecuado para
su desarrollo.
Entonces con base en lo anterior
expuesto para poder asegurar que hay factores que ocasionan una conducta
negativa tenemos que descartar primero trastornos conductuales que no sean
causados por algún factor externo al genético, es decir que no sea de
nacimiento ya que esta no podrá ser utilizado como factor cambiante de la
conducta. Entonces podemos asegurar que existen factores de cambio de la
conducta en distintos ambiente en el que el niño se desempeña, en el hogar, en
la escuela, en su localidad. Como al principio del texto dice que tenemos que
darnos cuenta de la magnitud del problema para llevar a cabo acciones que
contrarresten este mal que le estamos haciendo a los niños, pues es un daño irreparable
pero se puede ir corrigiendo con las nuevas generaciones, reducir el número de
reportes violentas en las escuelas, reducir las conductas destructivas que
ponen en riesgo el bienestar social, y evitar por completo las riñas familiares
que perjudiquen a los niños.
Este texto está enfocado a los niños
pues son ellos quienes estarán moldeados a nuestra conducta y en un futuro se
desempeñaran en la sociedad lo que lleva una gran importancia un buen
comportamiento sano libre de violencia para evitar conflictos futuros y
conductas negativas que pongan en riesgo su salud, así como también ellos serán
capaces de darle a sus hijos un futuro mejor del que nosotros podremos darle.
Por eso cabe remarcar que, para educar
a un niño, un adolecente, en si un menor, no es necesario hacerlo con ayuda de
castigos, golpes, gritos, insultos, solo es necesario brindarles afecto,
confianza y entregarles la paciencia y el tiempo necesario para que ellos se
formen de la manera correcta, debemos darnos a la tarea de buscar la manera
correcta en que el niño lleve a cabo un correcto aprendizaje sin obstaculizarlo
al mismo tiempo con traumas que se le puedan causar por falta de tiempo y
paciencia.
Traer
a un niño a este mundo no es fácil, ni nadie nace sabiendo ser padre, ni mucho
menos educarlo, que es la tarea más difícil que como persona puedas realizar, cultivarlos
de valores, sentimientos, y dedicarle nuestra paciencia por el bien de esa
persona que a futuro nos dará las gracias por haberlo educado de la manera
correcta en un ambiente amoroso y libre de violencia.
Para educar a un niño de una manera
adecuada debemos conocer ciertos factores que influyen para un mejor
aprendizaje y un buen desarrollo, en algunas literaturas se dan puntos
importantes que debemos de cuidar para aprovechar al máximo la información que
se nos está dando, uno de ellos es que ara que tenga una mejor captación de lo
que se le está enseñando debemos conocer que vía de aprendizaje se le facilita más,
la visual, la auditiva, y la quinestésica, esto lo podemos averiguar por medio
de una prueba en la que según sus gustos y preferencias tienen un puntaje y
según la vía de aprendizaje con mayor puntaje será la mejor manera para legar a
tener un buen aprendizaje, también tenemos que considerar los factores
emocionales tales como la depresión, el poco interés, pues de esa manera
sabremos cómo debemos hacerles legar el conocimiento, también hay factores externos, como por ejemplo
el ambiente, el lugar las condiciones del clima, esto con el fin de tener un
entorno mucho más confortable cómodo para enfocarse en la educación.
Esto es con el fin de dar a conocer
maneras diferentes de educar y enseñar a los niños que no tengan relación con
un ambiente violento, descartando así los maltratos, los golpes, os insultos y
ofensas que solo perjudiquen la percepción de lo bueno y lo malo del niño.
Para concluir asemos especial énfasis
que la violencia infantil y el comportamiento violento existen, y que este es
un problema muy grave por la magnitud de la población infantil, es importante
conocer los factores de riesgo que conllevan a una conducta violenta y
destructiva ya sea a terceras personas o a si mismo, sin olvidar que hay
maneras en que es posible educar sin tener que recurrir a maltratos físicos y
agresiones verbales que ofendan y pongan en riesgo la salud mental del menor.
También mencionamos los puntos críticos en los que se encuentra presente la
violencia y maneras de evitar la práctica violenta que afecte la conducta del
menor ya que la violencia no solo afecta de manera directa sino también de
manera indirecta por medio de otros factores, entendimos que el cambio de
conducta muestra una fase de síntomas que con mucho cuidado podemos captar
antes de que una consecuencia mayor caiga sobre el menor, también expusimos que
la violencia se encuentra desde el hogar hasta el país en el que se encuentra,
por lo tanto es importante tener los ojos bien abiertos a los peligros que
puedan correr los niños en un ambiente violento.
Así
finaliza este tema dando a conocer una problemática que se vive día con día y
que pocas personas sabían que existía tratando de buscar la solución y tomar acciones
rápidas para resolverlo dando las herramientas y el conocimiento la información
para hacernos responsables de un problema que nosotros mismos creamos y que
nosotros mismos podemos resolver con dedicación.
Se espera un futuro provechoso libre de
violencia en cualquier ámbito en que los futuros niños se desempeñen por el
bien de su salud y por el bien de la sociedad en que vivimos.
“Por
un mundo de menos violencia”.
Bibliografía.
Hernández López, M., Gómez Becerra, I., Martín García, M.
J. & González Gutiérrez, C. (2008). Prevención de la violencia
infantil-juvenil: estilos educativos de las familias como factores de
protección. International Journal of Psychology and Psychological Therapy, 8(1)
73-84. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=56080107
Pelegrín, A. & Garcés de Los Fayos, E. J. (2008).
Variables contextuales y personales que inciden en el comportamiento violento
del niño. European Journal of Education and Psychology, 1(1) 5-20. Recuperado
de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=129318692001
Moreno
Artal, E. (2005). La violencia en las escuelas. Educación, 29(2) 139-155.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44029209
No hay comentarios:
Publicar un comentario